Contra viento y marea DACA sigue robusto hacia adelante
De la redacción
La rara capacidad para cumplir con la palabra empeñada, o lo aleatorio y errático de las políticas de la Casa Blanca tal vez, arrojan un resultado por lo menos sorprendente en cuanto al destino de las solicitudes al programa federal de Acción Diferida para los Llegados en la Niñez, DACA. De acuerdo con datos estadísticos del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos, USCIS, durante el lapso que va del 1 de enero al 31 de marzo de 2017 fueron aprobadas más de 17 mil nuevas solicitudes de DACA, reporta The Washington Post.
Vale señalar que este programa federal fue emitido en junio de 2012 por la administración Obama, que brinda un permiso de trabajo y un estatus temporal por dos años. No obstante, sus portadores, comúnmente conocidos como Dreamers o Soñadores, pueden renovar este permiso cada dos años.
Luego, en 2014 vino una segunda etapa de DACA para quienes no hubieran podido solicitar en la apertura del programa, que se calculaba beneficiaría de un millón 700 mil jóvenes estudiantes elegibles, aproximadamente. En la ocasión, el presidente Obama también amplió este beneficio a inmigrantes indocumentados adultos, con hijos residentes o ciudadanos estadunidenses, bajo el programa de DAPA. Pero tanto la segunda etapa de DACA como el programa de DAPA fueron suspendidos temporalmente por un interdicto interpuesto por esta administración.
Como se recordará, una de las más ardientes promesas de campaña del presidente Trump fue acabar con la inmigración indocumentada, construir un muro fronterizo con México, e incluso echar del país a 11 millones de indocumentados. Luego esta cantidad se ubicó en la “modesta” cifra de tres millones. Sin embargo, además de las 17 mil nuevas solicitudes aprobadas en el primer semestre de este año, otros 107 mil inmigrantes con DACA (dacamentados) se han inscrito al programa, en dicho lapso, para su renovación, según datos de USCIS.
Y a pesar de las preocupaciones de algunos defensores de los inmigrantes, que temen que la actual administración comience a hacer blanco en los titulares de este permiso de trabajo, para su ulterior deportación, “el programa federal de DACA ha continuado a un ritmo robusto bajo Trump”, sostiene la fuente.
Pero el fracaso para seguir adelante con una promesa clave hecha y repetida hasta el cansancio a los votantes del presidente Trump, quien llamó a DACA una “amnistía ejecutiva inconstitucional… ha enfurecido a los halcones de la inmigración”, apunta el Post. Y es que Trump ha criticado a DACA desde que asumió el cargo. Pero de acuerdo con la fuente, en abril Trump dijo sin embargo a Prensa Asociada que “los soñadores deben descansar tranquilos” y no temer la deportación.
Desde luego los detractores de DACA no se han quedado callados. Por ejemplo, Dale Jackson, un conductor de radio más que conservador, de Huntsville, Alabama, preguntaba ya desde febrero al secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, “¿Por qué Trump no había terminado con DACA?.. Es una violación de una promesa de campaña”, diría Jackson en la ocasión.
Y enfatizó que a diferencia de algunas de las otras promesas de Trump, como la derogación de la Ley del Cuidado de Salud Costeable, o la construcción de un muro en la frontera con México, “el presidente podría detener la emisión de permisos de trabajo mediante decreto ejecutivo sin aprobación del Congreso”.
Sin embargo, intentos por deportar ‘dacamentados’ no han sobrado, aunque al final no hayan sido tan exitosos. Por ejemplo este lunes un juez federal en Atlanta ordenó que a la joven mexicana Jessica Colotl, vecina de Georgia, le fuera temporalmente reintegrado DACA, luego de que el gobierno de Trump intentara colocarla en un proceso de deportación tras ser detenida por una infracción de tránsito cometida en 2010.
Por otro lado, agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y de la Patrulla Fronteriza han actuado con mano dura y aumentado las detenciones de inmigrantes indocumentados bajo las nuevas directrices de la administración federal, que amplían el grupo de personas identificadas durante el gobierno de Obama con una baja prioridad para la remoción. Ahora, con el simple hecho de estar sin permiso legal en este país son candidatos a la deportación, dijo el Secretario del Departamento de Seguridad Interna (DHS), John Kelly. Y cuando ayer un periodista le preguntó Thomas Homan, director interino de ICE, sobre la razón por la que ahora se deporta a personas que no tienen record criminal, el funcionario atajó diciendo que “¿Para qué esperar a que se conviertan en criminales?”.
Es casi seguro que en los días venideros podríamos ver más críticas al presidente Trump por parte de sus seguidores, halcones de la inmigración. Entre tanto, DACA sigue adelante. Veremos hasta dónde y hasta cuando■