Conflicto en pueblo indígena Huave pone en peligro su lengua
Santa María del Mar no es una isla, pero solo se puede llegar por mar, mediante una
lancha chiquita. Voy a visitar el pueblo en esta pequeña embarcación cargada con bolsas de víveres y una decena de pasajeros. El barquero enciende el motor.
Bajo un brillante sol del mediodía, durante media hora navegamos por las aguas del Océano Pacífico. Santa Maria está localizada al final de una larga y aislada península con abundantes dunas y matorrales. Allí viven unos 800 indígenas huaves, etnia que se cree que hace siglos llegaron desde Centroamérica o desde el lejano Perú suramericano. Se estima que solo quedan poco más de 17 mil y viven principalmente de la pesca.
Viajo sentado de lado del maestro Vladimir Martínez. Tiene 26 años y nació en Santa María. No vive allí y comenta porque no lo visita más seguido.
“Yo trato de llegar. Pero el viento es fuerte, se cancela. Ya no puedo ir”.
Los vientos son tan intensos que sacuden los techos y muchas veces hacen imposible viajar a Santa María. Hoy no sopla muy fuerte y llegamos sin problemas.
El maestro Martínez viene a documentar el idioma de sus antepasados y dice que les enseña Huave a sus alumnos, pero muchos padres lo cuestionan.
“Para que le enseñes? Olvídalo. No sirve. Quien sabe para que lo enseñes? Nadie más lo habla. ¿Quién le va a entender el niño?
Por eso, solo personas como su tío Martincito Ramírez, de 80 años, todavía lo habla.
Con su ayuda y la de otros ancianos del pueblo, el maestro Martínez es parte de un equipo internacional de profesores de México y Estados Unidos que están desarrollando un alfabeto y un diccionario en Huave. Le preguntamos si puede entender a su tío.
“Sí, un poco”
Cuando era niño Martínez lo hablaba, pero lo olvido cuando sus padres lo mandaron a estudiar fuera del pueblo y el idioma se sigue perdiendo. En Santa María casi se extinguió ¿La razón? En parte, por el viento.
Hace casi 10 años, Santa María permitió que una empresa de energía renovable construyera un parque eólico, pero sus vecinos de San Mateo, se opusieron. En aquel entonces, los dos poblados se comunicaban por tierra. Discutieron y las diferencias subieron de tono, recuerda Don Martincito.
“Nos quitaron camino. Entonces no hay salida para nosotros. No hay camino para nosotros”.
La gente de San Mateo bloqueó la carretera para que no pudieran construir el parque eólico y los dejaron totalmente aislados del mundo exterior. Pero el asunto no terminó allí.
“Nos quitaron la luz y agua. No hay luz. No hay agua. No hay nada. Estamos secuestrados en este lugar”.
Muchos abandonaron el pueblo y casi todos los que se quedaron, no les interesa su idioma. Solo a jóvenes como el maestro Martínez y Vladimir Muriel un artista local de hip-hop que compone canciones bilingües en Huave y español.
Académicos como Samuel Herrera, un lingüista de la Universidad Nacional Autónoma de México y experto en Huave considera que el conflicto energético contribuyó a la desaparición de esta lengua porque los pobladores de Santa María ya no se comunican con sus vecinos de San Mateo, donde todavía hay gente que lo habla.
“Yo creo que oyen más Huave de San Mateo que el mismo Huave de su propia familia”.
Cuando cae la noche en Santa María, un generador enciende algunas farolas en la plaza del pueblo. El maestro Vladimir Martínez sigue ampliando su diccionario Huave y no se da por vencido.
“No despareció. Aquí está. La queremos aprender aquí está. En mis apuntes”
Tiene esperanzas de que cuando llegue a viejo, las futuras generaciones huaves, contaran con un diccionario, para que no se olviden de su idioma, de quienes son, de sus raíces.
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde Santa Maria del Mar, Oaxaca, este es un reporte de Levi Bridges en la voz de Ruben Tapia.