Cinco años después de matar a Eric Garner, oficial del NYPD es despedido
De la redacción
El suceso que segó la vida de Eric Garner, quien vendía cigarrillos sueltos ilegalmente afuera de un establecimiento en Staten Island en agosto de 2014 fue grabado por el teléfono móvil de un testigo ocular, en un video de vigilancia ciudadana que le dio la vuelta al mundo.
Pantaleo, un hombre de la raza blanca convertido en símbolo de un problema de larga data sobre el trato de la policía a las personas mayormente negras y latinas sospechosas de delitos de bajo perfil, fue despojado de sus beneficios de pensión. Esto puso fin a una larga y amarga batalla legal que reforzaba en la opinión pública y en las comunidades de color la sombra o la sospecha del racismo contra los miembros de las minorías.
El comisionado del NYPD, James P. O’Neill anunció a los medios ayer el despido del oficial Pantaleo, cinco años después de que una fuerte agitación social pusiera en el centro de la discusión pública la existencia de elementos racistas en el departamento de la policía.
Este gran movimiento social fue galvanizado mayormente por las movilizaciones de la agrupación Black Lives Matter, que contribuyeron a introducir cambios en las prácticas policiales en Nueva York, y eventualmente en el resto del país.
El oficial Pantaleo había mantenido su trabajo en Staten Island mientras el Departamento de Justicia se negaba a acusarlo de un delito ante las exigencias de la familia Garner y sus partidarios, oficiales electos y abogados, de que la ciudad lo castigara a él y a los otros oficiales involucrados.
La destitución de Pantaleo ocurrió poco más de dos semanas después de que una jueza administrativa de la policía lo encontrara culpable de violar la prohibición del uso de llaves de estrangulamiento, por parte de la corporación policial. El 2 de agosto, la subcomisionada Rosemarie Maldonado encontró culpablea Pnataleo de “asalto imprudente” sobre el uso de la llave al cuello que ha conducido a múltiples estrangulamientos.
“Cada miembro de la policía en este país y esta ciudad trabajan para mantenerlos seguros”, declaró el Comisionado en rueda de prensa. “Posiblemente podría haber sido yo’”, dijo O’Neill, quien fue policía casi 34 años antes de ser nombrado comisionado. “Está en mi ADN. Es quien soy. Pero como comisionado de policía tengo que pensar en la ciudad. Tengo que pensar en las reglas del NYPD y asegurarme de que se sigan”.
El caso había definido la relación del Departamento de Policía con el público bajo la administración del alcalde Bill de Blasio, quien hizo campaña en la ocasión con la promesa de “revertir la vigilancia agresiva del crimen y el desorden de bajo nivel”, conocido como la estrategia de “ventanas rotas”, que su predecesor había defendido y por lo que de Blasio había sido “objeto de intensas críticas por negarse a despedir al oficial Pantaleo”, reporta The New York Times.
De Blasio presentó la decisión en una conferencia televisada desde la alcaldía, como la resolución final de lo que había sido una de las sagas políticas y culturales más tensas de su gestión. El despido de Pantaleo “terminó un capítulo que le ha causado a nuestra gente tanto dolor y tanto miedo en los últimos cinco años”, deploró el alcalde, hoy también candidato a la nominación del Partido Demócrata por la presidencia de Estados Unidos en el 2020.
Patrick J. Lynch, presidente de la Asociación de Benevolencia de la Policía, el mayor sindicato policial de la ciudad, denunció la decisión declarando que ésta se había inclinado del lado de los “extremistas antipolíticos”, y que el despido de Pantaleo envió un mensaje erróneo a la ciudad: “No respalda a sus oficiales cuando realizan arrestos”. Y exhortó a los policías a “proceder con la mayor precaución en esta ‘nueva realidad’, en la que pueden ser considerados ‘imprudentes’ sólo por hacer su trabajo… Mantendremos nuestro juramento, pero no podemos hacerlo y no lo haremos poniendo en peligro innecesariamente nuestras carreras o seguridad personal”.
Por su parte de Blasio culpó al Departamento de Justicia por tomarse cinco años antes de decidir no presentar cargos de carácter civil, y dijo a la fuente que “el lugar que era sinónimo de hacer las cosas bien nos falló”. El alcalde también trató de calmar a los policías enojados por el despido de Pantaleo, instando a los neoyorquinos a “agradecerles por sus esfuerzos”.
Pero esta zaga que ha mantenido enojada y decepcionada a la ciudadanía por mucho tiempo, a los movimientos pro justicia social, como Black Lives Matter, y principalmente a la familia de Garner, no termina ahí.
En una conferencia de prensa la hija de Garner, Emerald Snipes Garner, tras agradecer al alcalde y al comisionado O’Neill, “Finalmente hicieron lo que debieron haber hecho hace 5 años”, declaró también que continuarían presionando para que se lleven a cabo audiencias en el Congreso sobre la muerte de su padre, y para que la Legislatura estatal convierta en delito criminal que un oficial de policía use una llave estranguladora.
Emerald Snipes Garner dijo en conferencia que la familia y sus abogados están considerando fincar una demanda de caracter criminal contra el oficial Daniel Pantaleo y contra la ciudad■