Cámara de Representantes aprueba plan de infraestructura social

La Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi en un discurso antes de la votación sobre plan de gasto social. Foto: José López Zamorano.

Por 220 votos a favor y 213 en contra, la Cámara de Representantes completó finalmente la aprobación del paquete de gasto social del presidente Biden por 1.75 billones de dólares, sólo después de un fallido intento de descarrilamiento por parte del líder republicano Kevin McCarthy, quien hizo historia con un discurso de ocho horas y 32 minutos para retrasar el voto.

“Están gastando más dinero que nunca. Gastamos menos derrotando a Hitler, Mussolini y a Japón”

Con ironía, la presidenta de la sesión, la demócrata Katherine Clark, le respondió:

Kevin McCarthy, lider de la minoría republicana en la cámara baja, donde dio un discurso que rompió el record de duración que antes detentaba la Presidenta demócrata de esa cámara, Nanci Pelosi.

“Kevin McCarthy dio un discurso desquiciado donde habló desde zanahorias para niños hasta el suéter de Jimmy Carter. Nosotros estamos dando empleos, costos más bajos, impuestos reducidos para la clase media, fondos para el cambio climático”

El paquete: 555 mil millones de dólares para combatir el cambio climático, 300 mil millones para educación preescolar gratuita durante 6 años; 110 mil millones para crear nuevas cadenas de abasto doméstico, 105 millones de dólares en respuestas de emergencia a desastres naturales y 100 mil millones de dólares para reformar el sistema de migración.

De acuerdo con el estimado de la Oficina Congresional del Presupuesto, la iniciativa de 10 años de duración no contribuirá en el déficit, toda vez que cualquier erogación será compensada por los ingresos adicionales de recaudación por parte de la oficina rentas internas, IRS.

Durante la votación que aprobó en la Cámara de Representantes el paquete de infraestructura social. Foto: José López Zamorano.

Pero la versión final del paquete aprobado en el Senado no incluyó la ambiciosa propuesta para otorgar residencia y eventualmente ciudadanía a 8 millones de inmigrantes, incluidos Dreamers, trabajadores esenciales y tepesianos. En su lugar se propuso darles permisos laborales y protección contra las deportaciones por cinco años, renovables por cinco años más.

“Miren mis manos de tanto químico que usé, mis manos me duelen, están secas”

Activistas llegaron a Washington para arreciar sin embargo la presión porque aún esa propuesta no está garantizada de ser aprobada en el Senado, toda vez que requiere la “bendición” de la experta parlamentaria.

María Ana Vázquez es una trabajadora esencial originaria de El Salvador y beneficiaria del Estatus de Protección Temporal (TPS).

“Les pido a todos los congresistas que apoyan este primer paso para que nos den ese permiso de trabajo legal, nos den esa protección contra la deportación”

La legisladora demócrata de Texas, Verónica Escobar defendió el plan para ofrecer una protección migratoria de 10 años aun cuando no se haya logrado en este momento la meta de la legalización con ruta a la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se estima viven en Estados Unidos.

Legisladora demócrata de Texas, Verónica Escobar defendió el componente de inmigración del plan de infraestructura social. Foto: José López Zamorano.

“Aunque esto no es todo lo que queríamos, yo lo acepto, me lo llevo y no me voy a detener. La lucha sigue, pero sí se puede”

En balance, el paquete de infraestructura física y la eventual aprobación del paquete de infraestructura social en su actual forma son positivos para la comunidad latina, opina el economista Isaac Cohen.

“Eso significa muchos trabajos en el sector construcción. Y esto es de particular interés para los trabajadores hispanos que trabajan mucho en la construcción. De tal manera que esto va a venir a resolver muchos cuellos de botella que hay en la economía”

El paquete de gasto social pasa a voto final al Senado donde todavía subsisten varias interrogantes, incluido si será apoyado en su actual forma por los demócratas Joe Manchin y Kyrsten Sinema, y si se aceptará el lenguaje migratorio como parte del proceso de reconciliación presupuestal que no requiere votos republicanos.

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