Biden-Trump y la lucha por el voto latino
Betty Rodarte y sus tres hijas que la acompañaron para presenciar su primer voto. Foto: Rubén Tapia.
La afirmación del presidente Joe Biden la semana pasada ante votantes latinos de Phoenix, Arizona, recoge lo que está en juego en la que se perfila como una elección cerrada entre el presidente demócrata y el expresidente republicano, Donald Trump: “los necesito desesperadamente”.
Y aunque falta un mundo en términos políticos para la contienda del 5 de noviembre, diversas encuestas concluyen que el apoyo latino a Biden se ha erosionado desde 2020, cuando un sondeo de CBS News concluyó que 65 por ciento de los latinos lo apoyaban. Ahora ronda en un 53%, aunque sigue prevaleciendo sobre Trump en la preferencia de este diverso grupo de votantes.
El detalle es mantener y aumentar ese apoyo logrando que los desafectos voten, porque está comprobado que un elector que se queda en casa es como si votara por el contrincante, en este caso Trump.
La campaña de Biden lo sabe y lanzó su iniciativa, “Latinos con Biden-Harris” en Arizona, un estado oscilante que el presidente le ganó a Trump en 2020 de forma cerrada.
También visitó Texas y Nevada. Asimismo, la primera dama, Jill Biden estuvo en Puerto Rico, al igual que la vicepresidenta Kamala Harris, quien hizo una escala en la Isla para recaudar fondos de campaña. Los puertorriqueños en la Isla no pueden votar en las elecciones presidenciales pero los que radican en Estados Unidos sí, y muchos de ellos viven en estados clave donde un puñado de votos decide una elección.
Biden sacó un anuncio recordándole a los latinos los insultos de Trump hacia los inmigrantes, mientras Trump siguió explotando el tema de la frontera en otro anuncio.
Pero en el caso de los electores latinos es vital reconocer que no constituyen un bloque, que sus visiones son tan diversas como sus nacionalidades de origen: son conservadores, moderados, liberales y progresistas. Unos se sienten ofendidos por los insultos de Trump a los inmigrantes, y otros lo aplauden. Unos sienten empatía por los inmigrantes y otros los desprecian.
De manera que no puede haber un solo molde para los latinos dada su diversidad. Pero si algo funciona es que se les hable claro y sin ambages.
Y Biden tiene varias cosas buenas que decir porque bajo su presidencia los latinos han experimentado bajos niveles de desempleo; se han ampliado programas y créditos tributarios que han hecho que los niveles de pobreza entre la niñez hispana se reduzcan; se han ampliado programas que benefician a las pequeñas empresas. Se han beneficiado además de la cancelación de parte de la deuda por préstamos estudiantiles. La lista es amplia.
El tema migratorio sigue sin embargo siendo una piedra en el zapato para los demócratas pues ha sido imposible cumplir con la esquiva reforma migratoria y mostrar mano dura en la frontera con posturas de republicano “lite”, lo que no cae bien entre algunos sectores.
Pero Biden, hasta ahora, está marcando los contrastes con Trump, sobre todo en lo concerniente al lenguaje extremista e insultante, refiriéndose a los inmigrantes como “animales” o decir que “envenenan la sangre de la nación”.
Como latina, estoy segura de que un sector de nuestra diversa comunidad apoya a Trump y su horrible lenguaje incendiario, porque hay latinos que se creen superiores a otros latinos y piensan que cuando Trump insulta a los inmigrantes no se refiere a ellos; aunque en realidad nos esté insultando a todos. Otros apoyan las posturas de Trump y pasan por alto su desprecio hacia los inmigrantes.
Pero sé también que en nuestra diversa comunidad hay mucha empatía hacia los inmigrantes y se aprecian las enormes aportaciones que han hecho y hacen a esta nación.
Inmigrantes como los que, según reportes de prensa desaparecieron en el desplome del puente Francis Scott Key en Baltimore, Maryland, el martes. Trabajan para una constructora que hacía labores de reparación de asfalto en el puente. Medios y redes sociales citaron a un empleado de la constructora, Jesús Campos, quien dijo que vinieron a Estados Unidos buscando una mejor vida para las familias que dejaron en sus países de origen.
Estaban trabajando en los turnos más difíciles. No “envenenando la sangre de nuestra nación”, como dice Trump.
Es reconociendo las aportaciones de los inmigrantes y de toda la comunidad latina y marcando los contrastes con Trump que Biden puede apelar efectivamente a los votantes hispanos.
Maribel Hastings
Asesora de America’s Voice