Avanza vacunación de niños menores en Texas, entre dudas de algunos padres latinos
Mamá: ¿Cómo se sienten ahorita que ya tienen la vacuna, por lo menos la mitad?
Ericka Heyser y José Luis Ramírez conversan con sus dos pequeñas hijas de 8 y 11 años antes de enviarlas a dormir.
Papá: Sé que les duele el brazo
Niña: A mí ya no ¡Ya no!
El sábado 13 de noviembre les administraron la primera dosis de vacuna contra el COVID-19, dice Ericka.
“Nosotros queríamos que fuera ya. Les fue súper bien, les dolió un poco el brazo, a lo mejor el piquete, pero no tuvieron ninguna reacción”
Por su parte, José Luis comenta que ya se habían documentado lo suficiente para evaluar los riesgos y beneficios de la vacunación de sus dos hijas.
“Si puedes mitigar un riesgo es tomar acciones como vacunarte. No puedes controlar a los demás, con quién se juntan y qué hacen. Pero tú puedes controlar qué te pones, cómo te lo pones y cuándo te lo pones”
Las pequeñas de Ericka y José Luís fueron de las primeras en vacunaron en Texas, cuando hace pocas semanas las autoridades federales autorizaron la vacuna Pfizer para los niños de 5 a 11 años de edad. En Texas se calcula que son casi 3 millones. A pocas semanas ya han vacunado más de 205 mil pequeños, sin mayores complicaciones.
No obstante, también existe el otro lado de la moneda. Cami Umaña, madre de dos menores de 3 y 6 años, no es antivacunas; ella misma ya se vacunó y sus hijos están inmunizados contra enfermedades como polio, sarampión y varicela. Pero tiene miedos, preguntas y muchas dudas.
“Esta vacuna es relativamente nueva y pienso que para los niños todavía me gustaría tener más tiempo para efectivamente saber los efectos secundarios que pueda llegar a tener. Pero todavía no estoy lista para la vacuna para los chiquitos, me muero del susto porque hay cosas que sólo el tiempo puede decir”
A Cami le preocupan las complicaciones a largo plazo que pudieran tener sus menores. También dice que ¿por qué vacunarlos?, sí los riesgos de que se enfermen son muy bajos.
“Estoy en un punto en que no sé ni qué creer. Me toca irme por mi instinto de mamá. Soy católica por mi fe. Para mí, las estadísticas están manipuladas. Tiene que haber un respeto y tolerancia. Porque estamos hablando de la vida de un ser humano, que son nuestros hijos”
En un comunicado reciente el Departamento de Servicios de Salud de Texas mencionó:
“22 niños en el estado, entre las edades de 5 y 11 años de edad han muerto por complicaciones de COVID-19 y 118 han sido diagnosticados con Síndrome Inflamatorio Multisistémico”
El Dr. Ricardo Flores, Director de Pediatría del Hospital Texas Children’s asegura que la vacuna pediátrica es muy segura y efectiva.
“La vacuna hemos encontrado de 90 a 95 por ciento efectiva en los niños de 5 a 11 años. El hecho de que el niño se vacune nos ayuda no solamente a proteger al niño sino que además a proteger esa otra población de alto riesgo de enfermedad severa o muerte si están infectados’‘
El Dr. Flores concluyó diciendo que es normal que los padres tengan dudas, pero hay que hacer caso sólo a voces confiables. Y que sólo con la vacuna podremos salir de la pandemia.
“Y a los padres que piensan que esperarse es razonable, que es buena idea, recuerden que no solamente están poniendo a su niño en riesgo sino que además están poniendo al resto de la población en riesgo”
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