Ante narrativa antinmigrante prevalente en las esferas políticas, van estos datos

Migrantes en su primer contacto con la Patrulla Fronteriza entre los dos muros, cuando el agente les indica el procedimiento de entrega a las autoridades y su traslado a las instalaciones de CBP en San Ysidro, CA. Foto: Marco Vinicio González.

Marco Vinicio González

Ante el insistente reclamo -genuino o no-, acerca de la disposición de aceptar migrantes que aspiran a ajustar su estatus “pero por la vía legal”, un dato que contradice o aclara un poco este reclamo son los 64 millones de solicitudes de asilo que en un año ha registrado la aplicación del gobierno federal de Estados Unidos, CBP One.

Aunque hay quienes solicitan más de una vez una cita para entrevista del ‘miedo creíble’, a través de la aplicación; pero no es por su culpa, sino por los largos tiempos de espera para una respuesta, pues como se ve, para millones de personas que solicitan a través de este medio sólo hay mil 450 citas disponibles diarias que se ponen a disposición de los usuarios de la aplicación.

Se trata pues de una política del gobierno actual que busca una migración ordenada, lo que como se recordará, generó en algunos grupos migrantes una ligera disminución en los cruces fronterizos no autorizados.

De acuerdo con el Foro Nacional de Inmigración (NIF), la aplicación CBP One se ha transformado en “una de las pocas formas en que las personas que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México pueden seguir siendo elegibles para el asilo, mediante la pre-programación de citas en los puertos de entrada”. Y sus principales funciones, dice, son las siguientes.

• Programación de citas para entrar a Estados Unidos, incluso para buscar asilo;
• Solicitar autorización para que cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos puedan volar a Estados Unidos como parte de los procesos de libertad condicional –parole-de la administración Biden;
• Comprobación de los tiempos de espera en los puertos de entrada a lo largo de la frontera;
• Solicitar el formulario I-94 provisional -registros de admisión legal- antes de llegar por tierra, y acceder a la información sobre las presentaciones actuales;
• Solicitar la inspección en el aeropuerto de artículos agrícolas o biológicos, incluidos los animales vivos;
• Citas de inspección previa para la carga perecedera en ciertos puertos de entrada;
• Acceder a la información personal de los programas de viajeros de confianza;
• Y proporcionar manifiestos de viajero anticipado para los autobuses.

Mientras la administración Biden bregó por lo menos durante los primeros dos años con los cruces fronterizos ilegales, que alcanzaron en diciembre de 2023 una cifra que se elevó a niveles históricamente altos, o a un cuarto de millón, dice NIF.

Las cifras de las principales nacionalidades que han utilizado CBP One, cubanos y haitianos, se han mantenido sin embargo muy bajos en comparación con 2022 y 2021, mientras decenas de miles de migrantes de América Central y Venezuela han seguido cruzando ilegalmente al país cada mes, “evitando el sistema CBP One”, por los largos e inciertos tiempos de espera, que han disuadido a michos migrantes de seguir este procedimiento legal.

Además, muchos migrantes que entran ilegalmente al país siguen siendo liberados debido a la insuficiencia de centros de detención, y funcionarios de Inmigración, provocando que éstos procesen rápidamente las etapas iniciales de las solicitudes de asilo, en lugar de examinarlos utilizando los estándares de asilo más elevados, según muestran los datos del gobierno.

En el debate sobre la inmigración en el Congreso estos datos podrían ser municiones que contra resten la narrativa antinmigrante.