Agricultura sustentable y resiliente en el Valle de Mexicali
Laura Murphy en el surco, de camisa azul fuerte y rodeada de agricultores, le da detalles sobre la salud del suelo. Foto: Cortesía.
Además de los estragos por la sequía, el cambio climático en la agricultura ha forzado a los agricultores a ser eficientes en el uso del agua, con innovadoras tecnologías de riego. Se han creado incluso banco de agua basados en el mercado, que permiten a los agricultores (y a otros) depositar voluntariamente su agua no utilizada, o rentarla.
En los campos del Valle de Mexicali, en Baja California, México, “donde se registran las temperaturas más altas y las precipitaciones pluviales más bajas de México, los agricultores ahora reorientan su trabajo hacia una agricultura más sostenible y resiliente”, dijo Gerardo Guzmán, conductor de Línea Abierta, al presentar el programa.
La invitada de Línea Abierta, Dra. Carolina Sánchez Gastélum, Gerente de Agroecología de Restauremos El Colorado, A.C., con sede en Mexicali, Baja California, dijo a Guzmán que la zona “enfrenta la peor sequía de los últimos 114 años de historia registrada”.
Tomando el Lago Mead como indicador para medir el volumen de agua del Colorado, que desemboca por cierto al Golfo de Baja California en México, actualmente se halla al 30 por ciento de su capacidad, con los niveles de agua más bajos de su historia, afirmó la Dra. Sánchez Gastélum. “La agricultura, que tiene los más importantes concesionarios, con el 74%, es la primera en verse afectada por la sequía”.
El acta 323, un acuerdo firmado en 2017 por la Comisión de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos (CILA), toma el Lago Mead como indicador para que al bajar a ciertos niveles el agua se lleven a cabo las asignaciones binacionales, que han estado sufriendo recortes de miles de millones de galones en 2022, 2023 y 2024.
Además, gran parte de los productores del Valle de Mexicali han venido afrontando altos costos de los insumos y los servicios, baja de precios de sus productos, sus cosechas; pérdida de fertilidad del suelo, contaminación de agua por agroquímicos, escasez de mano de obra y poco relevo generacional; problemas socioeconómicos, culturales y ambientales, y para coronar la situación, se suma la sequía.
Ahora, el modelo de producción agrícola tradicional “ya no es sostenible, afirma Sánchez Gastélum. Y problemas como la falta de agua, la salinidad de la tierra en Mexicali, etcétera, están haciendo pensar a los agricultores en otros usos de la tierra, como rentar los terrenos. En realidad lo que se renta es el derecho de riego, pero las tierras se dejan de sembrar y se erosionan por eso.
Escuche:
El acuerdo binacional, de 1,850 millones de metros cúbicos de agua asignados para México, destina tres cuartas partes a la agricultura, mientras los pronósticos indican que muy probablemente habrá recortes en las asignaciones de agua para el año que viene, sostiene Sánchez Gastélum.
“En Mexicali nos llueve 50 milimetros de agua al año, es nada… mientras en el sureste de México puede andar entre los 1,500 – 1,800 milimetros al año… Tabasco tiene una precipitación anual de 2,500 milimetros… Para nosotros, los agricultores, el Río Clorado es la vida, lo que le da vida al Valle de Mexicali”.
–¿En qué pilares descansan los proyectos en los que están trabajando, doctora? -pregunta Guzmán.
“En cuatro proyectos piloto silvopastoriles, con núcleos familiares del valle de Mexicali, en donde ellos siguen practicando la agricultura y la ganadería como lo han estado haciendo”, pero con capacidad de “conservar y reponer de forma significativa los recursos naturales que usan para producir sus productos”, dando un uso eficiente al agua.
“Los sistemas silvopastoriles son una antigua práctica de uso del suelo donde se combinan árboles, arbustos, pastos, y ganado en una misma área; para aprovechar de una manera sostenible el recurso agua, y el recurso suelo… con prácticas de agricultura regenerativa”.
Escuche: