Administración Biden anunciaría medida para separar familias migrantes en la frontera
Marco Vinicio González
El actual gobierno federal anunció que el próximo 11 de mayor podría entrar en vigor una política que permitiría la deportación rápida de cualquier persona que no haya solicitado protección de otro país mientras se dirija a Estados Unidos en busca de asilo. O también a quien no notificó a las autoridades fronterizas a través de una aplicación móvil de sus planes para solicitar dicho asilo.
El gobierno de Biden está considerando revivir la práctica de detener a las familias migrantes que cruzan la frontera ilegalmente, la misma política que el presidente cerró en los últimos dos años porque quería un sistema de inmigración más humano, dijeron a la prensa el lunes funcionarios familiarizados con las discusiones.
Estas políticas reiteran las duras medidas de detener a las familias migrantes de la pasada administración, y contradicen las promesas de campaña de Biden, que luego lo llevarían a la Casa Blanca con apoyo también del voto de los inmigrantes. En la ocasión, el candidato prometió que su administración abordaría el tema de la migración con un enfoque más humanitario.
La regla anunciada hoy entraría en vigor atrás finalizar una ventana de 30 días para los comentarios públicos de rigor, que comenzarían el 11 de mayo, antes de entrar en vigencia, el mismo día previsto para el fin del Título 42, la regla de emergencia sanitaria de la era Trump que ha permitido a las autoridades fronterizas expulsar rápidamente a los migrantes de regreso a México.
Esto reafirma además otro programa de la era de Trump para enviar a México a los emigrantes expulsados o enviados a esperar por tiempo indefinido su día de corte, si es que llegan a conseguir esta fecha. La medida, Remain in México / Permanecer en México o ‘Quédate en Méxco’, permanecería vigente durante dos años.
Para los conocedores del tema y opositores a las políticas restrictivas sobre la migración, la medida anunciada significa un retroceso significativo en la política tradicional de este país para quienes huyen de la persecución en otros países.
Dichas políticas o “nuevos estándares” están destinadas a desanimar la migración del sur que carecen realmente de una necesidad legítima de protección por parte de Estados Unidos.
Los defensores de estas medidas restrictivas sostienen que la frontera está en crisis de sobrepoblación de migrantes en busca de asilo. Que el año pasado las autoridades de migración tuvieron cifras récord o más de dos millones de encuentros con migrantes. Aunque acotan que muchos de los que interceptaron cruzaban repetidamente, que ya habían sido expulsados bajo el Título 42•