Abandonan a su suerte a cientos de solicitantes de asilo en Georgia
“En verdad, todos los que estábamos ahí vivíamos en una incertidumbre y lo que más esperábamos en algún momento era ser liberados”
Pedro es un guatemalteco solicitante de asilo que fue detenido en marzo cuando intentaba entrar a Estados Unidos con una visa de turista. Así recuerda su desagradable experiencia.
“Desde el momento en que tu solicitas el asilo en este país, ya te tratan prácticamente como un criminal, te esposan de las manos, de la cintura, de los pies”
Pedro tiene 41 años de edad, es mecánico de automóviles, casado y con 4 hijos. Huyó de su país para salvar su vida pero terminó en una cárcel de Inmigración, en medio de la pandemia y bajo precarias condiciones. A los 3 meses fue liberado junto a otros solicitantes de asilo.
“Empezaron a liberar por cinco, por 10, por dos, por una persona cada día…”
Pero después aumentaron los números, dice Antón Flores, director de Casa Alterna, una organización pro inmigrante.
“La mayoría de ellos son gente que llegaron en la frontera, pidieron asilo, fueron detenidos primero allá, los trasladaron acá para Georgia y entonces están saliendo, les están dando a ellos una libertad condicional”
Y ya suman más de mil los liberados, dice Flores.
“Los números de gente que estamos viendo salir del Centro de Detención Stewart ha aumentado en una forma increíble”
El problema es que los liberan de noche o de madrugada en el aeropuerto de Atlanta, sin recursos y en un lugar que desconocen.
“Cuando la gente llega no tienen ropa, no tienen dinero, no tienen teléfono, no tienen inglés, no tienen nada”
Casa Alterna y otras organizaciones pro inmigrantes les dan albergue temporal, ropa, comida y los ayudan a comunicarse con sus familiares. Sin embargo, el flujo de solicitantes de asilo liberados sigue creciendo, afirma Flores.
“Estamos viendo salidas masivas pero también estamos viendo entradas masivas. Y en la frontera los números son tan elevados que Biden está dejando entrar para pedir asilo, que ha convertido a Stewart en un centro como de procesamiento para gente que está pidiendo asilo”
Desde hace varios meses organizaciones como Casa Alterna han alertado sobre este incremento del número de inmigrantes dejados en libertad en Georgia. Aumentos registrados también el año pasado en centros de detención de Louisiana y Texas, según reportes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
Y aunque las organizaciones de derechos humanos resaltan lo positivo de esta medida, también dicen que se ha generado otra crisis, la falta de mayor coordinación con el ICE y la necesidad de un mayor número de voluntarios.
Anton Flores también destacó que la mayoría de los inmigrantes son de Venezuela, Haití, Brasil y otros países.
“Ahora, en este último año hemos recibido gente de 45 diferentes países, de varias partes de Latinoamérica, pero también de otros continentes”
Mientras tanto, para los recién liberados como Pedro lo más gratificante fue recibir la atención de Casa Alterna.
“Sólo con el hecho de tomarme un vaso de leche con ese sabor tan rico. Fue algo que me dio mucha, mucha paz, mucha tranquilidad”
A raíz de la pandemia y del cambio de administración estadunidense se ven más posibilidades; los procesos de asilo se están acelerando, y se han disminuido los tiempos de detención, dicen los activistas.
Por lo menos eso espera Pedro, quien ya se reencontró con su hermano, para comenzar una nueva vida mientras le otorgan el asilo.
“Mi plan es poder en algún momento pedir a mi familia y que puedan venir acá conmigo”
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