A un año de la masacre de Uvalde, las familias pasan del dolor al activismo
Esta semana se cumplió un año de la masacre de niños y maestras, en su mayoría latinos, en una escuela primaria de Uvalde, en Texas. A un año de la tragedia, las familias dolientes se quejan del lento avance en las investigaciones y de la inacción en la legislatura para imponer controles a las armas de asalto en el estado. Al sentirse ignorados, muchos en Uvalde comienzan por primera vez a hacer oír su voz en público. Los vecinos transforman su dolor personal en activismo social. Eso nos reporta Gerardo Guzmán.
“Hasta ahorita haga de cuenta que esto pasó hoy mismo… Haga de cuenta que no ha cambiado nada todavía”
Para Federico Torres, padre de uno de los niños asesinados hace un año en la primaria Robb de Uvalde, pareciera que la tragedia acabara de ocurrir.
“Aquí estamos todos reunidos, pa’ allá, pa’ acá, gente llorando, protestando. Seguimos luchando y pidiendo que nos den respuestas, pero no. La ley nomás dice que nos va a mandar unas patrullas, pero, de qué sirve”
Y es que después de todo este tiempo, para el padre de Rogelio y para otros familiares aquí todo sigue igual.
“Pues sigue igual todo aquí. Nadie da respuestas, nadie dice nada. Que todavía no hay… las respuestas de lo que pasó, ni de lo que van a hacer”
En la superficie Uvalde, donde ocho de cada diez personas tienen origen hispano se ha convertido en un homenaje viviente a las víctimas que murieron. Pero en cuestión de justicia y control a las armas aún no hay nada. El señor Torres lo describe así:
“Es lo mismo, nomás homenajes y homenajes, pero nomás. Unos que otros altos funcionarios de aquí mismo diciendo que van a luchar y que esto y que lo otro, pero no están haciendo nada”
En el desánimo de su voz se mezcla una suerte de rabia y desilusión. Una sensación que corroe a las familias de las víctimas que, ante el dolor, ahora se han convertido en activistas cotidianos.
“Ahorita hay más respuesta de nosotros mismos, la gente…, por nosotros sigue, por nosotros. Esto no nomás es hoy, para nosotros es a diario cada vez”
Se trata, como lo explica Alfredo Santos, oriundo de Uvalde y director de La Voz Newspaper, del nacimiento de un movimiento, de un claro ejemplo de cambio.
“Este grupo de familias han cambiado y ahora no van a pedir, van a demandar”
Es una exigencia que se ha traducido en propuestas legislativas y en demandas ante las cortes:
“Han tenido la oportunidad de venir a Austin a dar testimonio a los miembros de la Legislatura. Varios de ellos han ido a Washington D.C.”
Sin embargo, como explica Santos, poco se ha logrado.
“Los que mandan las donaciones a los políticos no son estos padres de familia, y no sienten la presión de que les tienen que hacer caso”
Angela Villescaz es co-fundadora de Fierce Madres, una de las organizaciones que más se ha involucrado con la causa de los padres afectados y eso les ha acarreado problemas.
“Para nosotros en Uvalde is hard, lo que hace bien difícil el activismo de nosotros. Como el mes pasado, me trataron… they try to run over me en el car wash”
Para Villescaz la clave está en la política.
“Sí, yo quiero luchar por la más fuerte cosa, el más fuerte cambio”
Una estrategia difícil, pero necesaria.
“Nosotros vamos a necesitar entrar en esa lucha de quién va a ganar en el 24”
En eso coincide el director de La Voz Newspaper, pero hay que estimular el voto.
“La triste realidad en Texas es que, mucha gente que son elegibles para votar, no salen a votar”
Pese al cúmulo de frustraciones y desilusiones, pese a que aún la herida sigue abierta por la muerte de su hijo de 10 años, Federico Torres sigue dispuesto a darlo todo para que se haga justicia, para que las cosas cambien en Uvalde, en el estado y en el país.
“Nosotros vamos a seguir luchando contra todo eso, contra toda la policía, contra la ciudad, contra el condado, contra el estado, porque tienen que darnos respuestas, tienen que actuar de alguna manera”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino Gerardo Guzmán.
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