15 años de son jarocho en California

Jacobo Hernández anuncia reconocimiento a Violeta Quintero, que está a un lado de su harpa. Foto: Rubén Tapia.

En el 15 aniversario del Encuentro de Jaraneros de Los Ángeles se recibió un sentido reconocimiento a la veterana maestra musical, Violeta Quintero, y a su grupo, Sueños de Oro, formado por músicos de la tercera edad.

Uno de estos músicos es Jorge Silva de 63 años:

“Estoy operado de los dos lados, de aquí y de acá”

Esto dice Silva, mostrando cómo tiene los brazos y las manos lastimados por décadas de trabajo en la construcción.

Hermanas Jardín, de rojo, junto a dos integrantes de Sabia, grupo desintegrado ya. Foto: Rubén Tapia.

Hace tres años se retiró de la vida laboral y para su fortuna llegó a una clase de música de la maestra Quintero.

“El, cuándo llegó no podían sus manitas ni siquiera coger la guitarra”, afirma Quintero.

Hoy Jorge, padre de tres hijos ya adultos, es uno de los guitarristas de Sueños de Oro.

“Me siento feliz de estar haciendo lo que yo quiero hacer”

Entre los fundadores de este encuentro, que ha impulsado el son jarocho en California, están las hermanas Jardín.

Junto a los sones tradicionales, como el ‘Pájaro Carpintero’, en el encuentro también se versea sobre temas sociales:

“Es la hora de la verdad, gracias por haber venido”, canta Luis Sarmiento, del grupo Son del Centro.

Luís Sarmiento, jaranero de Son del Centro, amenizando con otros un zapateado. Foto: Rubén Tapia.

“Hay mucho que se ha perdido entre el campo y la ciudad. De entrada la dignidad de las personas ancianas, de los niños y las ganas de vivir en harmonía, es esta sabiduría que te enseña la jarana”

Luego Sarmiento agrega:

“La música de jarana siempre ha sido así… Como una expresión de la gente campesina. Los versos que nosotros aprendemos al tocar la jarana siempre hablan del entorno de los pueblos”

Y canta otro verso:

“♫ Malditas deportaciones, mi hijo en Estados Unidos, sólo sin supervisiones. Que ridículas acciones de un gobierno incompetente. Por complacer a una gente que es racista e infeliz. Se creen dueños del país, pero es nuestro el continente ♫”

Junto a los músicos está una tarima de madera donde por turnos músicos y público le dan duro al taconazo.

El gusto por la música jaranera también está atrayendo la atención de los niños. El encuentro fue abierto por el grupo de niños del Centro Cultural, ‘Tía Chuchas’.

Jaraneritos del colectivo, Tía Chucha’s. Foto: Rubén Tapia.

“Para hacer esa música bien, tenemos que crecer nosotros como seres humanos”, dice Jacobo Hernández, quien ha coordinado el encuentro en los últimos tres años. “Para hacer la poesía, la música y el ritmo cada vez con más amor”

El colectivo de músicos voluntarios que organizan el encuentro sabe que es mucho más que sólo el espectáculo. Heriberto es un jaranero que en el evento-aniversario que sólo ayudó en labores operativas:

“Aprovechamos sus viajes también para que ellos impartan clases, nos den talleres, viene a aportar técnicas y todo lo que a ellos se les ha transmitido, lo viene a aportar también. Los invitamos a quedarse en nuestras casas, convivir”, dice.

Heriberto, su esposa, y sus dos hijos pequeños también tocan y bailan la música jarocha.

Después del espectáculo el Fandango continúa. Foto: Rubén Tapia.

“¿Tú sabes lo que representa esto? Representa unión familiar”, pregunta y se responde Heriberto. “Y te das cuenta  que tu familia no sólo son esos dos pequeñitos. Me di cuenta que tu familia son; ¡uff!..  Somos 200, somos 300…, porque todos somos bien comunes; todos hacemos lo mismo y todos funcionamos en base a esto, o sea que esto es un estilo de vida”

Y este estilo de vida,  María de la Rosa, del grupo Día Pa’ Son, que vive en el área de la bahía de San Francisco, lo ve crecer con optimismo, especialmente entre la juventud:

“Hay mucha gente que está tocando, viene a los fandangos de nuevo. Están dando sus fandangos caseros. Y viene para acá para los encuentros y la ola está creciendo de nuevo”

Ya fuera de los micrófonos y el espectáculo, varias decenas de jóvenes músicos en semicírculo alrededor de una pequeña tarima, disfrutan su fandango hasta la madrugada.

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, Rubén Tapia.