Guerra arancelaria de Trump, contraproducente para EEUU
Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo y el embajador de Estados Unidos en México, Kent Salazar, quien piensa que la guerra de tarifas contra México es contraproducente. Foto: Cortesía de su págna Facebook https://shorturl.at/cGXDb
Estados Unidos tiene de regreso a la Casa Blanca a un personaje que ha dado muestras de desprecio contra México, su principal socio comercial, y nuevamente amenaza con imponer aranceles de hasta el 25 por ciento a las importaciones que provengan del vecino del sur y de otros países.
Pero, ¿qué tan reales de cumplir son dichas amenazas, considerando la longeva y estrecha relación comercial bilateral? Para seguir desenredando este complejísimo asunto económico-político entre México y Estados Unidos, con la intención manifiesta del futuro presidente estadunidense de arrancar su mandato el 20 de enero de 2025 con una guerra arancelaria en un mundo globalizado, Citlali Sáenz (CS), conductora de la Edición México de Línea Abierta entrevista a Fernando de Mateo (FdM). Él es economista y actualmente coordinador del Diplomado sobre Negocios Comerciales Internacionales, en el Colegio de México, quien además fue embajador de México ante la Organización Mundial de Comercio y también participó en muchas de las negociaciones mexicanas para establecer lo que culminó en los Tratados de Libre Comercio, por ejemplo, en Europa y también en algunos países de América Latina.
¿Cuál es pues, la perspectiva que se tiene desde el sur acerca de este intrincado tema que afecta la relación bilateral entre ambos vecinos geopolíticos?
Van aquí algunas respuestas vertidas en la referida entrevista, reproducida en su integridad:
CS: Embajador Fernando de Mateo, bienvenido.
FdM: Muchísimas gracias, es un gran placer estar con usted y con su auditorio.
CS: Muchas gracias. Quisiera, embajador, primero pedirle un análisis sobre lo que va a pasar, que usted ve que pueda pasar con el T-MEC ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Ya nos ha dado estos anuncios de imponer aranceles y sobre todo pues, ¿cómo se vislumbra la relación con México?
FdM: Bueno, usted sabe que los economistas la mitad del tiempo nos dedicamos a predecir el futuro, aunque Jogui Berra decía que no le gustaba hacer predicciones particularmente sobre el futuro, pero los economistas a eso nos dedicamos la mitad del tiempo. Y la otra mitad del tiempo es a explicar por qué no ocurrió. Aquí sí, lo primero que es muy claro es que a Donald Trump hay que tomarlo en serio. Las amenazas que hace, a veces las cumple, a veces no las cumple; lo que hay que hacer es esperar lo mejor, pero estar preparados para lo peor. Y una de las cosas que ha hecho recientemente ha sido amenazar a México y a Canadá con imponerles aranceles del 25 por ciento. Un arancel del 25% lo que hace es subir en una cuarta parte el precio de un producto. Esto pues complica mucho cuando se impone, le complica mucho al vendedor el poder cubrir este 25%. Pero podemos hablar sobre esto, lo hace con una trifecta, lo hace con amenazas que ha hecho a lo largo de su campaña. Desde luego la migración, el señor Trump lo conocemos por ser una persona que echa la culpa de todos los problemas de los Estados Unidos a los migrantes, sin darse cuenta que precisamente han sido los migrantes los que han permitido que los Estados Unidos hayan crecido mucho más rápido que cualquier otro país desarrollado. Segundo, el problema del fentanilo, que es un problema de oferta y demanda, no es nada más la oferta; y desde luego es el meollo de su política o de sus creencias económicas. Él considera que un déficit es la señal de que alguien se está aprovechando de alguien más. Él es un señor que se dedica a los bienes raíces, entonces si alguien pierde, el otro está ganando, lo cual no es cierto. La realidad es, en primer lugar, que el tener un déficit no es un signo de debilidad. En segundo lugar, un déficit no es un problema comercial, es un problema de la economía de un país, si se le puede llamar problema. No necesariamente es un problema. Y esto simplemente viene de que en Estados Unidos se gasta más de lo que se ahorra, y de ahí viene el déficit comercial. Ahora, él quiere resolverlo a través de aranceles. Entonces, desde luego, el primer país con el cual los Estados Unidos tienen un gran déficit es con China, y ya desde su anterior presidencia se fue contra China, subiéndole los aranceles sensiblemente. Otro país con el cual tiene un gran déficit es con México, seguido por Canadá, seguido por Alemania, seguido por Japón, etcétera. Con todos tiene un déficit, y si va a parar un déficit con México a través de aranceles, que no necesariamente va a ocurrir, debo decirlo, si lo va a tratar de hacer, de todas maneras ese déficit se trasladará hacia otro país. Si México deja de exportar o reduce sustancialmente sus exportaciones de automóviles, debido a un arancel que le imponga el señor Trump, de todas maneras, el consumidor de los Estados Unidos va a empezar a importar coches desde otros países. Y además se ha hecho toda esta narrativa, en primer lugar, ya mencionaba yo la parte de la migración, que es mala para los Estados Unidos, lo cual los economistas serios han demostrado que no es mala, sino que sin estos migrantes y con la promesa de expulsar a migrantes de los Estados Unidos, lo que va a hacer es un gran daño a la economía de los Estados Unidos. Segunda parte de la narrativa es que México, pues en primer lugar, está utilizando artes engañosas para poder exportar más a los Estados Unidos, y además que México es la plataforma de exportación de productos chinos. Esto no es verdad, esto no es cierto, y esto usted lo ha oído, que México, lo ha oído del señor Trump, que México se dedica a exportar automóviles chinos a los Estados Unidos. En primer lugar, no se producen automóviles chinos en México. Se producen autobuses chinos y en cantidades limitadas. No se produce un solo automóvil chino en los Estados Unidos. En segundo lugar, son los Estados Unidos quienes controlan sus fronteras para, si entra un producto de algún país, ver de dónde viene. Y para eso están, por un lado, las reglas de origen que se aplican en el T-MEC. En segundo lugar, todavía más, hay otras reglas de origen no preferenciales que se aplican a los productos chinos. Entonces, resulta que hay productos mexicanos que tienen componentes chinos que pasan la regla de origen del T-MEC, pero no pasa la regla de origen no preferencial aplicable a China, y es la que se le aplica a los productos mexicanos. Esto ha ocurrido en diferentes países. Por lo tanto, la narrativa es, por donde se vea, es sin pies ni cabeza; pero ello lo que lleva es un mensaje político. ‘Yo estoy luchando contra la migración’, y además pone epítetos verdaderamente ultrajantes a los migrantes. Segundo, México está usando su territorio como trampolín para los productos chinos, lo cual, nuevamente, no es verdad. Y tercero, esto se está haciendo a través de las fronteras mexicanas, que México permite que esto ocurra. Bueno, la realidad es que no ocurre, porque precisamente los Estados Unidos tienen un sistema de vigilancia aduanera que determina qué productos son mexicanos y cuáles no lo son. Por lo tanto, estamos en una situación sumamente complicada.
CS: Y entonces, ahora, ¿qué debería de hacer el gobierno mexicano? ¿Cómo prepararnos ante esta política de Donald Trump, que si bien muchos dicen, ‘bueno, ya lo conocemos, o no cumple todo’? Como dice Marcelo Ebrard, bueno vamos a entrar firme, sin miedo, porque si no, pues ya perdemos desde el arranque, ¿no? ¿Qué es lo que tendría que hacer México? Bueno, en realidad, mire, yo creo que esta respuesta ya fue matizada con posterioridad y ya no se habla de aplicar aranceles con una respuesta espejo. Tú me pones 25% a todos mis aranceles, yo te pongo 25% a todos tus aranceles. Estados Unidos, si le pone a México un 25% a los productos que llegan de nuestro país, en ese momento está pues dándose un balazo en el pie. Como dice Marcelo Ebrard.
FdM: Como dice Marcelo Ebrard, está dándose un balazo en el pie. Esto no tiene ningún sentido, porque quien lo va a pagar son los consumidores en Estados Unidos. Segundo lugar, si México hace lo mismo, pues ¿por qué nos vamos a pegar nosotros un balazo en el pie? No tiene tampoco ningún sentido. México importa de los Estados Unidos el 45% del total de sus importaciones. Que aquí también hay una cosa muy interesante, que es que Estados Unidos antes del TLCAN nos surtía con el 70% de todas las importaciones mexicanas. Ha bajado al 45%, pero no es porque México haya dicho, ‘ah, ya no me gusta Estados Unidos’. Es porque Estados Unidos ha perdido competitividad en esos productos. Los ha ganado en muchos otros. Por ejemplo, en toda la parte de servicios, México es un gran importador de servicios de los Estados Unidos. Productos de muy alta tecnología vienen de los Estados Unidos. No vienen de ninguna otra parte. Ahora, si estamos hablando de algunas partes automotrices, que podemos hablar de esto si le parece, después, si vienen partes para productos electrónicos todo esto Estados Unidos ya no lo produce; porque se ha convertido o es la gran potencia de los productos de muy alta tecnología y de los servicios. Los servicios se han convertido en el principal motor del desarrollo comercial del mundo. Y la gran superpotencia son los Estados Unidos, además.
CS: ¿Qué puede hacer México?, si tenemos algunas estrategias que trabajar, ¿cuál es la respuesta que ha tenido la presidenta Claudia Sheinbaum ante, pues, las declaraciones y amenazas de Donald Trump hasta el momento?, ¿qué debería hacer el gobierno mexicano? ¿Cómo prepararnos ante esta política de Donald Trump?
FDM: No, mire, desde el punto de vista de la política exterior, pues a mí me parece muy bien lo que hizo la presidenta Sheinbaum, que fue hablar al señor Trump sobre migración y fentanilo. Esto me parece muy bien, y sobre todo porque esto no son cuestiones comerciales; lo está mezclando el señor Trump, lo cual es algo que, pues hace daño no sólo a las relaciones diplomáticas, políticas, sino económicas, entre los dos países. Entonces, efectivamente, está muy bien, se habla por separar una cosa de la otra. Quiere el señor Trump decir que lo que él negoció, el tratado que él negoció, el T-MEC, el USMCA, que él negoció, ya no sirve, que hay que empezar a revisarlo. Revisémoslo. Pero yo sí le puedo decir, y aquí voy a la parte automotriz, que el señor Trump tiene también otra obsesión, una nostalgia por los años 50 en Queens (Nueva York). A él le gustaría ver automóviles, los Oldsmobile, que ya desaparecieron, yo no sé si los Packard, pero a mí me parece que le encantaría ver coches americanos en las calles de los Estados Unidos, hechos en los Estados Unidos. Bueno, la realidad es que él no se da cuenta que los coches que se hacen en México se hacen en su mayor parte con piezas de los Estados Unidos, lo que le proporciona un gran número de empleos a los habitantes de ese país, pero muchísimos. El señor Trump, nuevamente, se dedica a hacer grandes desarrollos hoteleros. Entonces, si uno le dice, mire, una pieza de un automóvil requiere que esa pieza se mueva entre Estados Unidos y México hasta ocho veces, en cada paso que se hace se le va agregando valor hasta que termina haciéndose una pieza. Todo eso genera empleo en México, desde luego, pero en los Estados Unidos también.
CS: Sí, está, como dicen, ya está súper compenetrada la cadena de producción, ¿no? La parte de fabricación final en ciertos productos va a estropear toda la cadena y esa cadena, ¿a quién va a afectar?
FdM: Desde luego que va a afectar a México, a Canadá también, que los canadienses también se enredaron con esta cosa loca de que le tenemos que poner 100% de aranceles a los coches eléctricos de los chinos. No entiendo yo por qué, ¿no? En México tiene 20% y a mí me parece muchísimo. Lo que necesitamos son coches baratos, pero en fin, esto ya es otra historia.
CS: Sí, otro tema.
FdM: No nos metamos en esto, pero sí, efectivamente, estas cadenas de valor, cada vez que cruza una pieza, la frontera, se le va añadiendo valor. ¿Y qué es el valor? El valor es la mano de obra, fundamentalmente. A 30 años de que se firmó precisamente el T-MEC, digo, el TLCAN originalmente, y pues ver que se puede poner demasiado en riesgo con este gobierno.
CS: ¿Usted de verdad sí lo ve medio cercano o cree que eventualmente él va a decir, ‘bueno, soy un hombre de negocios, entiendo’, y hay otros aliados que puede tener México, que son las empresas de Estados Unidos que podrían verse afectadas?
FdM: Bueno, las empresas de Estados Unidos ya empezaron a decir que esto es una locura, ¿no?, el poner un 25% de arancel así de entrada. Entre otras cosas, bueno, el Congreso no sé qué es lo que va a decir. Digo, posiblemente, aunque estén los republicanos con la mayoría en ambas cámaras, de todas maneras, pues hay muchos republicanos que consideran que cerrarse es perder… Mira, entre México y Canadá, absorbemos cerca del 40% de las importaciones totales de los Estados Unidos. Entonces, si se rompen estas cadenas de valor, ¿qué va a ocurrir? Simplemente va a perder mercado de importación. Además, afectaría a la economía real. Pero, por supuesto, se va a afectar a todas las exportaciones de las empresas de Estados Unidos que tienen sus ligas con México.
Y además, nuevamente, hay muchísimos bienes, no solamente de insumos productivos, sino de bienes finales. Yo estoy viéndola a usted en una pantalla Hewlett-Packard, y es una pantalla que vino de los Estados Unidos. Puede que no sea el mejor ejemplo, pero es un buen ejemplo de cómo se han llegado a integrar las cadenas de valor, porque esta pantalla tiene gran componente de Estados Unidos, de México, pero también de países asiáticos. Sí, muchas de las refacciones, pues lo vivimos en la pandemia, que se detuvieron, los microchips, o no hubo entrega de coches, porque había piezas que no podían salir de China y no podían llegar a donde se armaban.
CS: Exactamente.
FdM: Ahora, mire, si usted ve la importación de microchips de China, la importación de los Estados Unidos de microchips es muy reducida. Digo, aquí se ha armado también un gran escándalo sobre lo de los microchips, pero proveniente de China hacia los Estados Unidos es muy pequeña. Es fundamentalmente importaciones de Taiwán, de Corea del Sur, de Malasia, más que de China. De México no hay, bueno, sí hay, pero son muy muy reducidas. Entonces mire, simplemente esto es una idea que no le contesté, que no terminé. Fue que México no debe tomar, ojo por ojo, no debe aplicarlo, pero sí, ojito por ojo. ¿Qué quiere decir? Lo que ya hemos hecho en ocasiones anteriores, que es tomar ciertos productos, y particularmente donde hay gobiernos republicanos en los estados, y ponerles, a ellos ponerles aranceles, subirles los aranceles, y luego irlos cambiando.
CS: Sí, que ya lo hizo, pues efectivamente esta es una de las ideas que ya se había utilizado en gobiernos anteriores de, pues, ser quirúrgicos en cuanto al incremento de aranceles, elegir productos que son sensibles para la economía de los Estados Unidos, y ahí es donde México aplicaría, pues, estas medidas también, espejo de alguna manera, como le llaman los expertos.