Damnificados de inundaciones en TX sin ayuda suficiente

Durante las devastadoras inundaciones de julio pasado en Texas, la ayuda federal para desastres llegó a algunos, pero muchos no la recibieron. En medio del vacío institucional, los propios vecinos y organizaciones civiles salieron al rescate. A cinco meses de la tragedia, siguen las quejas por la ayuda tardía e insuficiente, y por la falta de información en español para las familias latinas de la zona. Mariana Pineda viajó al condado de Kerr, el más afectado por las inundaciones, desde donde nos preparó el siguiente reporte.

Después de las inundaciones que dejaron a Jennifer Hudson en su casa 40 minutos con el agua hasta los hombros . Foto: cortesía de Jennifer Hudson.

Aún conmovida, recuerda Jennifer Hudson la pesadilla que vivió junto a su esposo, Jack, en la madrugada del 4 de julio.

“Cuando la puerta se rompió y la ventana cedió, la corriente entró con toda su fuerza y todo en mi casa comenzó a flotar y a estrellarse”

Su casa y su negocio de muebles de exterior de alta calidad, que llevaba casi 30 años en Ingram, quedó en ruinas.

“Sí recibimos ayuda de FEMA. Fuimos de las personas afortunadas a las que vinieron a ayudar rápidamente”

Pero no todos pueden decir lo mismo, como Kylie Nidever, quien es residente del condado de Hunt.

 “Fue la gente ayudando a la gente. Nuestro gobierno no estuvo ahí para apoyarnos. El gobierno estatal no estuvo ahí. FEMA hizo lo que pudo, pero a muchísimas personas de nuestro condado les negaron la ayuda”

Entre las organizaciones que brindaron apoyo en Kerr estuvo Texans on Mission, donde Rafael Muñoz funge como coordinador de reconstrucción.

“Proveemos mucho equipo, muchos voluntarios y ayuda inmediata, voluntarios para entregar agua, comida en abundancia”

Pero la recuperación no ha sido sencilla: los trámites son complicados y la ayuda insuficiente. Brittany Perrigue Gómez es abogada del Texas RioGrande Legal Aid.  

Restos de las inundaciones rodean el espacio donde la abogada Brittanny Perrigue Gómez se reunió con sobrevivientes para guiarlos en la obtención de recursos federales. Foto: Mariana Pineda.

“Es un problema a nivel nacional. Muchas veces, FEMA otorga asistencia financiera basándose en sus propias inspecciones. Cuando revisamos los expedientes de nuestros clientes, vemos que el monto otorgado no corresponde con lo que realmente cuesta reparar”

Las repentinas inundaciones del 4 de julio en 15 condados de Texas dejaron 135 fallecidos, la mayoría en el condado de Kerr, y más de 12 mil estructuras afectadas. Los daños superan los mil millones de dólares. En medio de este desastre, el director interino de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, FEMA, David Richardson renunció mientras la agencia enfrenta recortes, cuestionamientos y el riesgo de ser modificada o eliminada bajo el gobierno de Trump.

Dondi Persyn, en blusa azul claro, es fundadora de Found in the Guadalupe River y coordina esfuerzos para apoyar a numerosas familias, entre ellas las hispanas afectadas. Foto: Mariana Pineda.

Por su parte, organizaciones como Central Texas Community Foundation han recaudado 8 millones de dólares para los damnificados, miles de familias, entregando ayudas que van de 500 a 100 mil dólares, según la necesidad. Sin embargo, la mayoría sigue enfrentando reparaciones costosas y viviendas destruidas.

Entre los damnificados latinos de Hill Country, donde más de una cuarta parte de la población es hispana, el miedo y la desinformación han sido un obstáculo para buscar ayuda. Dondi Persyn, fundadora de Found in the Guadalupe River maneja 45 millas para llevarles información y conectarlos con organizaciones de asistencia. Su presencia cara a cara se ha vuelto un puente esencial para familias que, de otro modo, no se acercarían por temor o falta de información.

 “Deseo que no tengan miedo de venir aquí. Quiero que sepan que este es un espacio seguro”

Por su parte, la profesora Keri Stephens, experta en comunicación de emergencias de la Universidad de Texas en Austin, señala que este desastre revela fallas profundas en cómo se comunica el riesgo; información vital que puede salvar vidas.

“Muchas veces nuestros mensajes no llegan en el idioma adecuado, ni con la sensibilidad cultural que realmente conecte con la gente”

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde el condado de Kerr, Mariana Pineda.