La ayuda de desempleo del coronavirus, atorada entre el Congreso y la Casa Blanca

De la redacción

Mientras continúan las negociaciones en el Congreso entre republicanos y demócratas para extender la ayuda por desempleo contenida en la Ley Héroes*, millones de estadunidenses que han presentado estos reclamos siguen esperando semanas o incluso meses para que les llegue el dinero, a medida que ven crecer el volumen de sus facturas de servicio y los pagos rezagados del alquiler de sus viviendas o las hipotecas.

La Cámara de Representantes pasó hace tiempo un proyecto de ley para extender hasta enero de 2021 la ayuda de 600 dólares semanales por desempleo contenida en la Ley Héroes. Pero desde hace meses duerme ‘el sueño de los justos’ en el escritorio del líder republicano del Senado, Mitch McConnell. Los republicanos acusan a los demócratas de entorpecer las negociaciones tratan de imponer una medida sobre creditos fiscales. La ven como una traba para el proyecto de ley de alivio del coronavirus.

Porque los demócratas rechazan el límite de 10 mil dólares en deducciones estatales y locales que tratan de imponer los republicanos, aduciendo que perjudica la capacidad de los estados para financiar servicios. Sin embargo, los republicanos desestiman cualquier esfuerzo por revocar dicho límite.

Para darse una idea del volumen de solicitudes de desempleo enjuego, nada más en California, por ejemplo, que es el estado más poblado del país, la afluencia de estos reclamos no tiene precedente; ni siquiera durante la Gran Depresión de los años 30. Y es que hasta la semana pasada el Departamento de Desarrollo del Empleo (EDD), la agencia del Departamento del Trabajo (DOL) encargada de dichos reclamos había procesado 9.3 millones de reclamos de californianos que perdieron su trabajo o vieron recortadas las horas de empleo desde marzo, dice Los Angeles Times.

Los funcionarios de la referida agencia han dicho que “el tiempo de espera actual para devolver las llamadas a los clientes con problemas es ¡de cuatro a seis semanas!, con un promedio de 150 llamadas sin garantía de obtener resultados”.

Pero las cosas empeoran cuando se elevan estos reclamos al nivel nacional. Como se sabe, los demócratas negocian directamente con el jefe de Gabinete presidencial, Mark Meadows y con el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, porque afirman que McConnell se ‘recusó’ cuando dijo que él no sometería a votación ningún proyecto de ley que no estuviera ‘bendecido’ por Trump. Así que para qué perder tiempo con intermediarios que no van a resolver nada, por lo que es mejor, dicen, negociar directamente con La Casa Blanca o el Gabinete.

Los republicanos señalan además que los 600 dólares semanales de la Ley Héroes, que expiró el viernes pasado y que los demócratas quieren extender hasta enero de 2021, “son demasiado generosos… y desincentivan a los trabajadores para volver a su empleo”.

De acuerdo con Político, Nancy Pelosi habría “educado a negociadores republicanos en varias rondas de conversaciones” sobre el paquete de ayuda por coronavirus, oponiéndose a la propuesta de Ley HEALS de los republicanos, que para intentar salir del estancamiento en que se hallan las negociaciones ofrece sólo 200 de los 600 dólares semanales por desempleo contenidos en la Ley Héroes, y sólo por un periodo mucho más breve.

Y es que esta última ronda de negociaciones sobre la ayudad por coronavirus esta apostando trillones de dólares sobre la mesa, mientras decenas de millones de estadunidenses se hallan desempleados en medio de una economía rota que podría tomarle a la nación muchos años para recuperarse por completo; se hallan desesperados a sólo meses de una elección presidencial, la más importante quizás en más de medio siglo, y de continuar el atorón esto podría enojar a muchos electores con ambos partidos en noviembre.

Así que después de casi una semana completa de reuniones entre los negociadores de ambos bandos, no está claro si se puede llegar a un acuerdo. Por cierto que Pelosi y Schumer se salieron de una reunión de casi dos horas ayer miércoles por la tarde diciendo que aún no había acuerdo.

Los legisladores enfrentan por su parte la presión de los gobernadores de sus estados para aprobar fondos a los gobiernos estatales y locales. En una reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores el miércoles, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, presidente entrante de este grupo bipartidista dijo que es una “máxima prioridad” del grupo que se incluyan 500 mil millones de dólares en fondos estatales y locales sin restricciones, dentro del próximo proyecto de ley de ayuda de COVID-19, “o la economía no se recuperará tan rápido como lo haría de otra manera”.

En tanto, el presidente Trump reiteró ayer su amenaza de utilizar medidas ejecutivas para abordar algunas de las dificultades económicas causadas por el virus si no se llega a un acuerdo; pero también continuó eludiendo preguntas sobre su autoridad para actuar unilateralmente.

Y en un asunto por separado pero también candente, Trump dijo que está considerando una suspensión a corto plazo del impuesto sobre la nómina -una idea que ha presentado durante meses pero que se ha encontrado con resistencia bipartidista-, así como una orden para bloquear los desalojos de vivienda por falta de pago de alquiler; desalojos a punto de estallar en los tribunales y por consiguiente de estacionarse en las asoladas calles del país.

En una entrevista con la televisión Pelosi reconoció que Trump podría tener el poder de extender la moratoria de desalojos para algunos hogares, pero sin el apoyo del Congreso para apropiarse del dinero de la ayuda por desempleo, “es útil, pero no es todo”, advirtió■

*La Ley de Soluciones de Emergencia Omnibus de Salud y Recuperación Económica o Ley HEROES es una legislación propuesta que actúa como un paquete de estímulo, de 3 millones de millones (trillones) de dólares en respuesta a la pandemia de COVID-19; y está destinada a complementar el paquete de estímulo anterior de la Ley CARES, o Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica de Coronavirus, un proyecto de ley de estímulo económico de 2.2 trillones (billones para el resto del mundo) de dólares promulgado por Trump en marzo de 2020, en respuesta a las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos.
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