Repudio a una visita presidencial poco productiva pero mediática

DCMarco Vinicio González
Radio Bilingüe

El primer encuentro entre el presidente de México, Enrique Peña Nieto con Barack Obama en la Casa Blanca no arrojó sorpresas para analistas de ambos países, y se mantuvo apegado a un guion tradicional, pues “el objetivo de las discusiones era encontrar maneras de mejorar una relación económica que ya está profundamente integrada y en crecimiento”, dijo la secretaria de Comercio estadunidense, Penny Pritzker en una entrevista con The New York Times. Pero en las afueras del recinto presidencial, en las calles de la capital visitadas por la primera nevada de este año, decenas de mexicanos y simpatizantes enviaban un fuerte mensaje a Peña Nieto de repudio a sus políticas y le dejaban saber que no era bienvenido a este país, de acuerdo con testimonios recogidos por Radio Bilingüe.

En la reunión cumbre el mandatario mexicano elogió a su homólogo por la acción diferida recién decretada para dar alivio temporal a cerca de 5 millones de inmigrantes, mayormente mexicanos en este país, y Obama dio unas palmaditas en el hombro a Peña Nieto por su manejo del caso de los normalistas de Ayotzinapa, secuestrados por el gobierno municipal en Iguala y presuntamente ejecutados por el grupo delincuete Guerreros Unidos. En la breve conferencia de prensa –que no aceptó preguntas de los informadores- tras la reunión presidencial Obama dijo estar al tanto de los sucesos de los normalistas de Ayotzinapa, y trascendió que agencias policiales estadunidenses han ayudado en la investigación forense del caso a los estudiantes desaparecidos, pero el presidente mexicano no hizo una sola mención específica a los jóvenes maestros.

La reunión se produce sin embargo “casi simultáneamente con la publicación de un nuevo informe que contradice las afirmaciones del gobierno mexicano”, quien ha sostenido que no estaba al tanto de lo que les ocurrió la noche del 26-27 de septiembre a los 43 estudiantes desaparecidos hasta ahora. El estadunidense también habló además de un esquema bilateral de cooperación en la seguridad fronteriza, con alta tecnología, al tiempo que un organismo de control interno, según Prensa Asociada (AP) revelaba que “el programa de drones para la vigilancia fronteriza del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos cuesta mucho más que lo que calcula el gobierno, y sólo ha ayudado a arrestar una fracción de la cantidad de personas que tratan de cruzar ilegalmente la frontera con México y los aparatos vuelan muchas menos horas de las que afirman las autoridades”. El presidente mexicano se llevaría la encomienda de frenar la inmigración desde México.

Pero apenas iniciada la mañana de ayer los asesores principalmente económicos de ambos gobiernos daban un enjundioso seguimiento a la primera ronda de negociaciones que arrancaron tras la toma de posesión de Peña Nieto, y que incluyó una visita de Obama a México, previo a la formulación de la reforma energética, entre otras. Vale anotar que la relación comercial entre ambas naciones ha venido creciendo a razón de 30 mil millones de dólares mensuales durante 2009, a 50 mil millones de dólares hasta octubre pasado de acuerdo con Pritzker. Para reconocidos analistas políticos de ambos países la reunión cumbre entre estos dos presidentes no era una de alto relieve, por la posición “disminuida” de ambos mandatarios; uno porque terminará sus últimos dos años con un Congreso furioso en manos de la oposición, y el otro por el papel fallido y venido a menos rápidamente de Peña Nieto, en cuanto al manejo de los grandes problemas que atraviesan a México.

Con todo, esa misma mañana de ayer el 114th Congreso de Estados Unidos tomaba posesión y por primera vez en muchos años los republicanos asumían el control total de ambas cámaras de la rama legislativa del gobierno, sucediendo a la pasada Legislatura que ha sido catalogada como la menos productiva de la historia, por el empecinamiento de los republicanos para no legislar nada que pudiera llevar la firma del Presidente. Por el contrario, desde las primeras horas de ayer reiteraron su urgente necesidad de darse a la afanosa tarea de derogar leyes y cortar financiamiento a los programas emblemáticos de Obama, y la primera acción, tras la juramentación de los nuevos miembros del congreso y la unción de Mitch McConnell como nuevo presidente de la mayoría republicana en el Senado, mientras que el vocero de la Casa de Representantes, John Boehner sobrevivía a un intento del Tea Party por destronarlo y se reafirmaba por otros 4 años. .

En tanto, sin importarle el frío intenso y la nieve, la primera del año, Blanca protestaba frente a la Casa Blanca. Ella es de la agrupación ‘Somos los Otros Nueva York’, que formó parte de la organización de la protesta contra la visita de Peña Nieto a Washington, DC, que se reproducía dicen los organizadores en unas 40 ciudades de Estados Unidos simultáneamente. Blanca dijo a Radio Bilingüe que se había trasladado hasta ese lugar en la capital del país, junto con muchos otros, “obviamente a pedir a la renuncia de Peña Nieto”. Y aun sin esperar que el presidente mexicano los escuchara y cumpliera sus demandas, dijo la joven activista, “venimos también a exigirle que aparezca a los 43 normalistas de Ayotzinapa”. Como se difundió profusamente en la prensa el mes pasado, las autoridades mexicanas anunciaron que el laboratorio especializado en Austria, donde el gobierno mexicano había enviado muestras de ADN de cadáveres encontrados en fosas clandestinas –hay quienes dicen que México se ha convertido en una enorme fosa clandestina- había identificado unas muestras de ADN que correspondían a Alexander Mora Venancio, uno de los 43 jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala; y sin embargo, los activistas siguen exigiendo la aparición de los 43.

Ya entrada en materia, Blanca dijo además que “venimos a pedirle también a Obama detener el Plan Mérida”, que estipula ayuda financiera –hasta el momento 2 mil millones de dólares-, equipo y entrenamiento a las fuerzas castrenses y policiales mexicanas. “Puesto que todas estas reformas que él está metiendo a México, y que ya de hecho hay bastantes que están funcionando…, están perjudicando completamente al país”.

“Realmente no esperamos mucho, porque sabemos la posición de él, y la de Obama también en Estados Unidos”, continuó Blanca; “pero lo que sí nos propusimos es que por lo menos ellos supieran que nosotros no estamos de acuerdo; que hay gente aquí que está indignada, que está enojada… que él no es bien recibido cuando venga aquí, y que cada vez que él se pare por aquí va a ser lo mismo: vamos a venir a protestar en contra de él, hasta que deje el gobierno. Porque él no es una persona capacitada para manejar el gobierno mexicano, puesto que no tiene ni siquiera un currículum que demuestre haber estudiado algo”.

Blanca dijo además que en su agrupación, que es parte de una coalición más amplia de mexicanos y amigos de México en esa importante ciudad del noreste de Estados Unidos, “estamos haciendo protestas todo el tiempo también en Nueva York, informando a la gente. Puesto que también hay mucha gente que muestra mucha apatía sobre la situación en México, no les interesa”. Y relató que se convocó a la protesta en Washington, DC, y que llegaron muchas personas de otros estados como el de Washington, Texas, Delaware, California, Illinois, etcétera. “Obviamente todos sus guardias de seguridad, y los guardias de aquí no nos dejaba acercarnos bastante a Peña Nieto, incluso con un poco de violencia contra nosotros porque nos empujaban, no nos dejaban acercarnos absolutamente nada”.

La joven activista también señaló que esperaban una amplia divulgación de la protesta, por la presencia de muchos medios de comunicación, “como Telesur, Telemundo, Univisión, así como otros medios impresos y radiodifusoras independientes. “Para que Peña Nieto siga sabiendo que de alguna manera lo vamos a sacar; que queremos que ya no esté en el gobierno, pues queremos gente capacitada ahí; que nosotros jamás lo elegimos ni tampoco votamos por él”.

Al finalizar la agenda del día los activistas se reunirán para evaluar la movilización y planear los pasos siguientes, dijo Blanca. “Para hacer más presión, para estar más unidos, y para ver la forma de que Peña Nieto deje el gobierno. Y lo que le pedimos a Obama es que deje de estar poniendo y enviando las armas a México. Porque las armas salieron de aquí aunque hayan sido fabricadas en Alemania. Porque las armas que mataron a los normalistas, y a los otros tres futbolistas –esa noche en Iguala- salieron de aquí de Estados Unidos pero fueron fabricadas por los alemanes. Es lo que estamos pidiendo”■

Fragmentos de las protestas de repudio a Enrique Peña Nieto en Washington, DC

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