Avances en la reunificación de familias golpeadas por la política de Cero Tolerancia

“Alguien va a morir”: un abogado describe el caos, la enfermedad y el peligro en las cárceles-jaulas de niños migrantes en Texas, una consecuencia de las políticas antinmigrantes del asesor de Trump, Stephen Miller.. Foto: Democracy Now.

“Alguien va a morir”: un abogado describe el caos, la enfermedad y el peligro en las cárceles-jaulas de niños migrantes en Texas, una consecuencia de las políticas antinmigrantes del asesor de Trump, Stephen Miller.. Foto: Democracy Now.

Una de las políticas que ha causado más dolor a las familias migrantes e indignación a éstas y a la población en general que rechaza la crueldad de las autoridades migratorias, ha sido sin duda haberle arrancado de los brazos a los padres y madres sus hijos menores, en la frontera con México y Estados Unidos bajo la política de Cero Tolerancia de la administración Trump.

De la redacción

Como hemos publicado oportunamente en este espacio informativo, miles de niños fueron separados de los brazos de sus progenitores durante la referida política migratoria de Cero Tolerancia.

Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) señaló que ha reunido a 100 niños con sus familias, en su mayoría de América Central; y que  cerca de 5 mil 500 niños que fueron separados por la fuerza de sus padres durante la administración anterior, la mayoría de esas separaciones ocurrieron en 2018.

También se están procesando alrededor de 350 reunificaciones más, informa el DHS. Desde su primer día en el cargo, dice, “el presidente Biden emitió una orden ejecutiva para reunir a las familias. Sin embargo, hoy los padres están ingresando a Estados Unidos con visas temporales pero sin garantías de que no serán deportados y separados de sus hijos nuevamente”, dice The Washington Post.

El caso de una familia maya es la cara de muchos que como ella son víctimas de un problema endémico de las autoridades y del sistema de Inmigración en la frontera México-Americana, manifestado claramente en este caso de María Chic Reynoso. Era portadora de una Visa del gobierno estadunidense estampada en su pasaporte, que dice: “Reunificación Familiar Autorizada. Inicia Liberación”. Con todo, la señora Chic fue detenida por los agentes de Inmigración en un aeropuerto, a la llegada a Estados Unidos; y luego de horas de confinamiento solitario en cuarto a solas sin saber por qué estaba haciendo ahí y qué estaba pasando durante todo ese tiempo, le fue rechazado su ingreso al país, dice la fuente.

No obstante, a medida que se acerca al final del primer año de mandato del presidente Biden se ha progresado, dice el DHS. Y aunque ha sido poco, sin embargo, cada vez se trabaja más en el desmantelamiento de la referida política fronteriza de Cero Tolerancia y en tratar de mitigar el impacto que ha tenido dicha política perversa en la vida de esas familias con hijos separados y extraviados por el sistema, simplemente porque no se llevó un registro ordenado, como marca la ley, de las separaciones familiares en la frontera.

Para colmo, recientemente el presidente Biden se retiró de las conversaciones sobre la reparación económica a estas familias, por una discusión sobre el monto de dichas reparaciones a esas familias que fueron golpeadas por una política del Estado, con lo que habrían podido esas familias recuperar algo tanto para lidiar con los efectos de después del trauma en todos esos menores, como para seguirlos buscando por su cuenta si fuera necesario.

Michelle Brané, directora ejecutiva del Grupo de Trabajo de Reunificación Familiar de la administración Biden, declaró a Prensa Asociada (AP) que “le hubiera gustado que estos esfuerzos de reunificación familiar hubieran ocurrido más temprano”.

Por su parte, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas agradeció a las organizaciones comunitarias por ayudar a localizar y contactar a los miembros de algunas de las familias separadas, cuando anunció por Twitter el hito histórico del arranque del programa. “Tenemos mucho más trabajo por hacer… Estamos dedicados a encontrar a todas las familias y darles la oportunidad de reunirse y sanar”.

Sin embargo, ‘no todo es miel sobre hojuelas’. Las labores del grupo de trabajo se ha complicado, dice la fuente, por una serie de factores que incluyen los “registros inadecuados o faltantes de las familias separadas; la gran cantidad de casos; y el hecho de que muchos padres se encuentran en comunidades centroamericanas remotas y no se les pudo localizar para brindarles la oportunidad de venir a Estados Unidos a buscar y a recuperar a sus hijos, reportó AP.

Los funcionarios de esta administración federal están debatiendo qué padres deberían tener prohibido el reingreso por delitos anteriores. Delitos que pueden desprenderse dela acción de sólo haber cruzado la frontera sin autorización, y convertirse en delitos sólo por eso. Lo que desde el incicio está planteando un problema infranqueable mientras no se modifique la Ley de Migración y regrese este hecho de cruzar ‘sin papeles’ a su anterior forma de ser simplemente una falta administrativa, y no un delito o crimen en su expediente.

Que estos padre recuperen a sus hijos puede resultar de esa interpretación de la ley por parte de las autoridaes, de criminalizar al migrante por haber cruzado ‘sin papeles’ cuando le arrebataron a su hijo de los brazos.

Las autoridades del ramo “todavía están tratando de evaluar en primer lugar cuántos padres fueron separados de sus hijos. El esfuerzo es desafiante, dice la fuente, “en parte porque es muy inusual: Estados Unidos nunca antes había intentado reubicar a cientos de personas que había deportado”. Nunca habia intentado un programa de reparación a las victimas■

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