Al conocerse las denuncias, un grupo de legisladores coordinados por el Caucus hispano del Congreso visitó varios centros de detención.

HSS opera poco más de 100 instalaciones para niños migrantes no acompañados en todo el país, con licencia del estado donde se hallans. Pero Homestead es “el único refugio administrado por una empresa privada sin la supervisión de reguladores estatales.

“Un juez federal dijo la semana pasada a la ACLU y al gobierno federal que necesitaban avanzar en el acuerdo que permitiría a los padres en el extranjero regresar a Estados Unidos y volver a solicitar el asilo, presentar su caso otra vez porque tienen un miedo creíble y quieren un segundo intento”.

“Cuando estuve detenida en Otay Meza, embarazada de mi bebé, me dieron medicamento para dormir; de ese medicamento tuve un aborto, y caí en una depresió”.

De los 2 mil 551 niños separados de sus familias en la frontera, el gobierno piensa que a lo sumo será viable reunificar sólo a unos mil 600, lo que cataloga como elegibles dentro del plazo fijado para hoy jueves por el juez Dana Sabraw.

La administración Trump dijo el viernes que había separado a mil 995 niños de padres que enfrentan un proceso penal por cruzar ilegalmente la frontera. El período de detención dura seis semanas y terminó el mes pasado.

Cuando los menores son expuestos a estos serios choques emocionales suelen originar trastornos mentales, dice el director de la organización, “Children at Risk”.

“La desafortunada realidad es que bajo el sistema actual los niños migrantes no son contabilizados con la misma eficiencia y precisión que la propiedad. Ciertamente, eso no puede satisfacer los requisitos del debido proceso”, escribió Sabraw.

Ir a la escuela será muy difícil para estos niños, vamos a criar niños con un desorden y ansiedad por separación tremendo. Estamos creando daños muy fuertes a corto y a largo plazo”.