No contar a los niños más pequeños en el censo de EE. UU. los “borra” durante toda la escuela primaria: Mayra Alvarez

Mayra Álvarez, presidenta de Children's Partnership, advierte sobre los efectos a largo plazo que resultarían de un recuento de niños pequeños en el Censo de Estados Unidos este año. Foto: Pilar Marrero.

Mayra Álvarez, presidenta de Children’s Partnership, advierte sobre los efectos a largo plazo que resultarían de un recuento de niños pequeños en el Censo de Estados Unidos este año. Foto: Pilar Marrero.

Pilar Marrero

Ethnic Media Services & La Opinion

Los programas sociales que las familias usan todos los días están directamente vinculados al conteo de población del Censo que se realiza cada diez años en Estados Unidos y el grupo de más alto riesgo en ser ignorado es el de los niños más pequeños de minorías, tan numerosos en California.

“El Censo ha pasado por alto en el pasado a un número significativo de los niños más pequeños en nuestras comunidades, especialmente entre los niños de comunidades de color”, dijo Mayra Álvarez, Presidenta de Children’s Partnership, una organización sin fines de lucro que se enfoca en políticas y recursos vinculados al bienestar infantil. “Las consecuencias son grandes, crecientes y graves”.

Los números del censo están directamente relacionados con la forma en que el gobierno federal divide los fondos para todo, desde la educación hasta la atención médica y una larga lista de programas.

Álvarez resumió la gravedad de no incluir a los niños en el censo: “Si el censo ignora a un niño nacido ahora, el próximo censo no ocurrirá hasta que tenga 10 años. El período más crítico de la vida es de 0 a 3 años, por lo que estamos perdiendo una oportunidad clave para apoyar su bienestar y oportunidades”, dijo.

Para el momento en que ocurra el siguiente censo esos niños “estarán casi terminando la escuela primaria”, advirtió

Álvarez. Habló el jueves en una reunión de medios étnicos en Los Ángeles y enfatizó la importancia de establecer una conexión directa entre el bienestar de los niños y el Censo de Estados Unidos, que comienza este mes en áreas remotas de Alaska y continúa hasta el verano por todo el país.

Los números son asombrosos: en 2010 el censo omitió a 4.6 por ciento de los niños de 0 a 4 años de edad. “Eso es alrededor de 2 millones de niños no contados o contados incorrectamente”, dijo Álvarez. “Un millón de ellos no se incluyeron en absoluto. Cuando piensas en el impacto en la distribución de fondos, la representación política, etc., la falta de un millón de niños, en su mayoría niños de color, hace una gran diferencia”.

Para los niños latinos, la tasa de dicha omisión fue de 7.5%, para los niños negros 6.3%, y para los niños blancos 2.7%. Esto lo define Álvarez como “ser borrado por el censo”.

California recibe entre 75 y 76 mil millones de dólares en fondos para programas infantiles afectados por el Censo, dijo Álvarez. “Un conteo insuficiente nos costó alrededor de 3 mil millones de dólares en programas como Medicaid, Cupones para alimentos, Asistencia en efectivo, Vales de vivienda, Sección 8, Educación especial, Head Start… estos son programas esenciales y muchos no reconocen cuán conectados están con los datos del censo”.

Los números también reflejan la representación política, ya que se utilizan para crear distritos electorales en todos los niveles de gobierno. Los expertos creen que California corre el riesgo de perder al menos un distrito del Congreso en un posible recuento de 2020.

Las causas del recuento insuficiente son varias, pero una de ellas es la falta de comprensión entre las familias de que los niños pequeños, incluso los recién nacidos deben ser incluidos en el censo aparte de los adultos. Además, existe un clima político donde las familias de color o las familias inmigrantes se sienten amenazadas y consideran un riesgo dar información al gobierno, así como el aislamiento lingüístico y otros factores contribuyen al recuento insuficiente, agregó.

¿Cómo abordarlo? Álvarez señaló “conversaciones uno a uno” que los líderes y organizadores están teniendo con las familias en las escuelas y otros entornos, utilizando los planteles como “mensajeros confiables” para las familias y asegurándose de que tengan toda la información que necesitan.

A partir de estos encuentros los activistas han aprendido una vez informados que los padres “creen que el censo ayudará a sus hijos, reconocen que hay una gran cantidad y desean estar más informados”.

Las familias necesitan saber que el formulario del censo es “fácil de completar, que la ley garantiza la privacidad de la información y que estos datos determinan la distribución de 800 mil millones de dólares en fondos federales” para California.

Terminó diciendo que el censo es “una herramienta para nuestra democracia, para reducir las desigualdades y ampliar las oportunidades para nuestra próxima generación de niños

Pilar Marrero, Colaboradora.

Pilar Marrero, Colaboradora.

Pilar Marrero es periodista y autora con larga experiencia en temas sociales y políticos de la comunidad latina en Estados Unidos. Es una de las principales expertas en política de inmigración en el mundo de los medios de comunicación estadunidenses. Y ha cubierto este tema ampliamente durante sus años como reportera. Marrero es autor de los libros “Killing the American Dream” y “El Despertar del Sueño Americano”. En octubre de 2018, fue elegida por sus colegas en CCNMA (Periodistas Latinos de California), como Periodista Latina del Año.
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