Ni Trump ni McConnell renuncian a su insistente búsqueda por derogar ACA

De la redacción

En el anuncio del proyecto de ley de salud Cassidy-Graham. Al micrófono, el congresista republicano de Carlina del Sur, Lindsey Graham. Foto: The Atlantic.

En el anuncio del proyecto de ley de salud Cassidy-Graham. Al micrófono, el congresista republicano de Carlina del Sur, Lindsey Graham. Foto: The Atlantic.

Los senadores republicanos de línea dura o ultraderechistas Lindsey Graham, de Carolina del Sur y Bill Cassidy, de Luisiana presentaron un proyecto de ley para ganar el ala supuestamente moderada de su partido. La propuesta no es sin embargo nada nuevo, y es tan cruel y despiadada como las que le precedieron sin éxito, gracias sobre todo al -en su último asalto- al rechazo de tres de sus correligionarios: el Senador por Arizona, John McCain, y las senadoras por Maine, Susan Collins, y Lisa Murkowski, de Alaska.

Entre otras de las medidas que propone el referido proyecto de ley de salud, conocido como Graham-Cassidy, está la que revertiría la expansión de Medicaid, las protecciones finales para las personas con condiciones preexistentes, y recortaría los fondos a Planned Parenthood.

El líder de la mayorí arepublicana en el Senado, Mitch McConnell se muestra “tan desesperado por una victoria en el sistema de cuidados de la salud que ahora está tratando de explotar el proyecto de ley Graham-Cassidy para el 30 de septiembre”, dice un comunicado de CREDO Action, una organiza para el cambio progresivo, que moviliza –dice en su portal- a más de 5 millones de activistas que son sus miembros, “para dar voz y presionar a los que toman las decisiones políticas y legales desde el nivel local hasta el nacional”.

Con esta propuesta Graham-Casssidy McConnell también busca evitar una obstrucción (filibuster) por parte de los demócratas, y el escrutinio público del peligroso impacto que el proyecto representa para quienes abrigan aspiraciones electorales o reeleccionistas en 2018.

Como se recordará, la presión de las bases –de todos los partidos- convertida en poder popular para bloquear los ataques contra el derecho a la salud ha derrotado ya en tres ocasiones las crueles intensiones de los republicanos del ala dura para despojar de su seguro de salud a decenas de millones de derechohabientes. Una reciente o última estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), calcula que de pasar este proyecto 32 millones de estadunidenses con seguro médico perderían esta protección que actualmente -y a muchos por primera vez- les brinda la ley.

Hoy, dice CREDO, “debemos asegurarnos de derrotar el proyecto de ley de Trumpcare de los zombis republicanos de una vez por todas… Los republicanos están usando los mismos viejos y sucios trucos para avanzar esta última versión del Trumpcare… a través de un proyecto de ley secreto, para robar la atención de la salud de millones de personas… (versión) que redactaron a puerta cerrada y sin tiempo para las audiencias públicas, aportes de los constituyentes o enmiendas”.

He aquí algunos de los principales puntos del proyecto de ley salud Graham-Cassidy:

  • Pone fin a la cobertura de salud proporcionada por el empleador para muchos estadunidenses.
  • Elimina los subsidios que ayudan a las personas de ingresos medios y bajos a comprar planes de salud.
  • Reduce drásticamente los fondos para apoyar los costos de Medicaid de los estados y permitir que sean los mismos estados quienes impongan requisitos de trabajo a los beneficiarios de Medicaid, un ataque que podría dejar a millones de personas con discapacidades y familias de bajos ingresos sin cobertura de salud.
  • Da a los estados el poder de eliminar los servicios de salud más caros, como la atención de los servicios de maternidad, de la lista de beneficios esenciales que los proveedores de seguro están obligados a cubrir.
  • Permite a los proveedores de seguros cobrar más y reducir la calidad de la atención para las personas con condiciones preexistentes.
  • Elimina el financiamiento para Planned Parenthood.
  • Y aumenta las primas de cuidado de la salud para las personas mayores.

A los Estados se les daría dinero para establecer sus propias políticas de salud, y es difícil saber quién seguiría cubierto y cómo. Con todos estos cambios en el proyecto de ley Graham-Cassidy, los estados podrían tener dificultades considerables con planes propios de aquí al año 2020, cuando termine el actual sistema de cobertura para los beneficiarios bajo Medicaid y la Ley de Cuidados de Salud Costeable, A.C.A, reporta por su parte The New York Times.

“Tienes sólo dos años para calcular todo esto”, dijo a la fuente Robert Laszewski, consultor de la industria en Alexandria, Virginia. “Necesitas un plan integral para eliminar Obamacare a algo que lo reemplace”■

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