Fiscal General mutila ley que da tradición al país, poniendo en riesgo a decenas de miles

Unos mil 200 inmigrantes de Centroamérica se dirigieron a pie a Estados Unidos. En la foto, el Domingo de Ramos marchan por el sur de México con un letrero que dice

Unos mil 200 inmigrantes de Centroamérica se dirigieron a pie a Estados Unidos. En la foto, el Domingo de Ramos marchan por el sur de México con un letrero que dice “Todos somos estadunidenses no a la discriminación”. Foto: http://www.dailymail.co.uk/.

De la redacción

Una por uno el Fiscal General de la nación, Jeff Sessions va desmontando leyes y tradiciones que fundamentan a Estados Unidos como una nación compuesta de inmigrantes que abre sus puertas y da refugio y amparo a quienes vienen huyendo de la violencia que impera en sus países de origen. Vale recordar que muchas veces esta violencia tiene que ver con intervenciones militares o con el fomento de guerras civiles patrocinadas o fomentadas precisamente por este país, como es el caso de los conflictos en Centroamérica, entre otras de las regiones del mundo que se hallan convulsionadas por la violencia.

Una de esas tradiciones que dan a este país personalidad de nación humanitaria es la ley de asilo que protege a las personas en busca de refugio para ellas y sus hijos, porque en sus países simplemente no hay condiciones que aseguran la vida; ya sea por la violencia o por la miseria económica que cierra todas las posibiliddes.

Pues bien, hoy el Procurador Sessions dictaminó que las víctimas de abuso doméstico y violencia generada por pandillas no serán motivo para otorgar el asilo bajo la ley federal, una decisión que según los defensores de la ley podría poner en peligro a decenas de miles de ciudadanos extranjeros. Este fallo podría tener un efecto amplio en el flujo de migrantes desde América Central.

La administración de Trump está decidida a reducir el flujo de solicitantes de asilo que ingresan a Estados Unidos. En algunos pasos fronterizos, los migrantes se ven obligados a esperar durante días, semanas y hasta meses en México, creando caos en algunas de estas ciudades, que no están preparadas para recibir el flujo de migrantes centroamericanos principalmente que están llegando a la frontera.

Y revelando las verdaderas intenciones de esta administración, de querer expulsar del país a cuanto inmigrante le sea posible, particularmente si no son caucásicos ni ricos o con fuertes credenciales académicas, Sessions dijo a los jueces de Inmigración que su decisión “restablece los principios sólidos de asilo y los principios de larga data de la ley de inmigración”, porque ayudará a un creciente retraso en los casos estancados en el tribunal de Inmigración.

La decisión de Sessions en un caso de violencia doméstica seguido de cerca “es el último giro en un debate de larga duración sobre lo que constituye una necesidad de asilo”, al revocar un fallo de la Corte de Apelaciones de Inmigración “otorgado a una mujer salvadoreña que dijo haber sido abusada sexualmente, emocional y físicamente por su esposo”, reporta hoy The New York Times.

Son relativamente pocos los solicitantes de asilo que tienen acceso permanente a Estados Unidos, dice la fuente. En 2016, por cada solicitante que tuvo éxito”, es decir, que obtuvo el permiso o el asilo, más de 10 personas lo buscaron sin éxito, según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). “Pero el proceso puede llevar meses o años, y decenas de miles de personas viven libremente en Estados Unidos mientras sus casos van a los tribunales”.

La decisión del Fiscal anula un precedente establecido en la ley durante la administración Obama -otro tema que perturba a esta administración, las leyes establecidas bajo el mandato de Obama, o incluso la sola mención a Obama-, “ley que permitió a más mujeres reclamar temores creíbles de abuso doméstico”. Por tanto, la orden del titular del Departamento de Justicia, “dificultará que dichos argumentos prevalezcan en los tribunales de Inmigración”. Y argumentó que el gobierno de Obama creó “incentivos poderosos” para que la gente “venga ilegalmente y reclame el miedo al regreso”.

En su decisión de 31 páginas, Sessions escribió que “El mero hecho de que un país tenga problemas para vigilar eficazmente ciertos delitos, como la violencia doméstica o la violencia de pandillas, o que ciertas poblaciones sean más propensas a ser víctimas de un delito, no puede por sí mismo establecer una solicitud de asilo”, cita por su parte el semanario Inglés, The Guardian.

Algunos demócratas en el Congreso criticaron la medida de Sessions como un fallo “sin corazón” e “inhumano”.

El tema de otorgar asilo a víctimas de violencia doméstica se enfocó después de que Sessions intervino personalmente en el caso de una mujer salvadoreña que vive en Estados Unidos. “La mujer, que huyó de su país hace cuatro años después de soportar más de una década de violencia doméstica, ha estado viviendo en las Carolinas y ha solicitado asilo”, dice el semanario.

Pero Sessions recientemente cuestionó si tales casos merecían protección bajo las leyes de asilo de los Estados Unidos.

Y declaró: “Se está abusando del sistema de asilo en detrimento del estado de derecho, la buena política pública y la seguridad pública… ahora todos sabemos que muchos de los que cruzan nuestra frontera ilegalmente están dejando situaciones difíciles y peligrosas. Y entendemos que a todos se les debe el debido respeto y el debido proceso legal. Pero no podemos abandonar la disciplina legal y los sólidos conceptos legales”.

Frank Sharry, fundador y director ejecutivo del grupo progresista de derechos de los inmigrantes America’s Voice, le dijo a The Guardian que la decisión de Sessions tendría un tremendo impacto, y deploró dicha decisión. “Una vez llamamos a nuestro país una nación brillante en la colina que proporcionaba refugio a los oprimidos. ¡No más!”■

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