Firmó Trump orden contra separación familiar en la frontera, pero la política de Cero Tolerancia sigue en pie

Mostrando la orden ejecutiva contra separación familiar en la frontera. Foto: www.poandpo.com.

Mostrando la orden ejecutiva contra separación familiar en la frontera. Foto: www.poandpo.com.

De la redacción

El clamor popular organizado se convirtió en presión política efectiva y frenó por el momento el avance de la agenda blanca nacionalista; el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que busca, dice, suspender la práctica de las autoridades de Inmigración, de separar familias en la Frontera. Inicialmente la administración había dicho que no trataría de reunir a niños y padres separados en la frontera bajo la política de “Cero Tolerancia”, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Pero la sociedad estadunidense contra atacó en su conjunto, ejercitó su músculo político en torno a un asunto que caló hondo y que atenta con desgarrar el tejido moral y político, los valores que humanizan a la sociedad; pintó su raya a Trump y le dijo: hasta aquí llegó la tolerancia a la separación de familias inmigrantes en la frontera. Pero no habló de devolver a sus padres a los 2 mil 300 niños apresados por el gobierno federal.

La presión vino de todos lados: congresistas, defensores legales de los inmigrantes y sus familias, la academia de la medicina, madres votantes republicanas angustiadas por la suerte de esos bebés y menores arrancados de los brazos de su padres, esposas de expresidentes y la propia Primera Dama, Melania Trup, Ivanka, la hija del presidente y hasta el Papa Francisco, además de la prensa que coordino sus mejores esfuerzos y usó su poder casi de ubicuidad, así como organismos internacionales de derechos humanos adscritos a la ONU, y pueblos y gobierno de todas partes del mundo. El rechazo fue global.

De tal suerte que horas más tarde Trump ya no aguantó la presión orquestada y terminó firmando la orden ejecutiva para evitar la separación de las familias migrantes atrapadas en la frontera. Sin embargo, declaró el presidente, la política de cero tolerancia sigue en pie, y mejorada. Se planea más bien enfrentar la crisis construyendo más cárceles para albergar a las familias inmigrantes, juntas ahora, con la nueva orden ejecutiva, para los que se habla de una aportación potencial de miles de millones de dólares. Pero organizaciones defensoras de los derechos civiles y humanos, como la Unión Estadunidense de Libertades Civiles, la Aclu, entre otras, preparan ya ciertas demandas contra apartados de la referida orden ejecutiva.

Además existe un acuerdo avalado por la Corte Suprema, el Acuerdo Flores, que impide legalmente al gobierno federal mantener a niños presos por más de 21 días. Y ese acuerdo se tiene que cumplir por ley. Pero el golpe a los niños y a sus familias ya está dado. El estado de choque que ha impactado brutalmente la conciencia de estos miles de pequeños migrantes, muy posiblemente pudo haberles causado daños irreversibles, dijo la Dr. Ana María López, Presidenta Nacional de la American College of Physicians / Colegio de Médicos, desde Pensilvania, en el programa de Línea Abierta.

“Los niños que están separados de sus padres tiene un trauma que no es solamente psicológico; sino un trauma que causa también efectos en la salud física, y a la salud mental. Y con consecuencias que duran por toda la vida”.

Más de 6 mil menores sin registro claro sobre su ubicación en distintas cárceles improvisadas en Estados Unidos. Foto: www.kingston.com.

Más de 6 mil menores sin registro claro sobre su ubicación en distintas cárceles improvisadas en Estados Unidos. Foto: www.kingston.com.

Además, tras firmar dicha orden ejecutiva, ni el presidente ni el gobierno federal saben qué hacer con los 2 mil 300 niños y hasta bebés de brazos que mantiene en calidad de detenidos en instalaciones eufemísticamente llamadas, “Albergues”, salvo que no va a propiciar la reunificación familiar de tantos niños para los que no se dan detalles de su ubicación, y cuyas condiciones de cautiverio se mantienen al margen del escrutinio público. No obstante la orden ejecutiva deja abierta la posibilidad de que aquellos niños cuyos padres no hayan sido deportados todavía puedan reunirse con sus progenitores; y si sus padres o madres fueron deportados ya, entonces pude ser que podrían reunirse con algún familiar o patrocinador “apropiado” en Estados Unidos, y no necesariamente nada más con los padres de los que fueron separados en la frontera.

Los republicanos preparan dos proyectos de ley con respaldo de Trump, que podrían debatirse hoy en el pleno del Congreso. Uno de ellos, llamado “De Compromiso” o de conciliación, y de carácter totalmente punitivo contra la migración es el del congresista republicano de Massachusetts, Bob Goodlate; y el otro es el que se cocina a la sorda en lo oscurito entre puros republicanos adeptos al líder de la cámara baja, Paul Ryan,  dice Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe en el programa de Línea Abierta que conduce, donde entrevista al respecto a Carlos Guevara, Asesor de Proyectos de Políticas de Inmigración en la organización US, con sede en Washington, DC.

Esto fue lo platicaron:


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