El gobierno federal anuncia más visas H-2B para la temporada de verano

Trabajadores jamaiquinos en un restaurante de mariscos de Martha's Vineyard, Massachusetts, con visas temporales de trabajo hH-2B. Foto: www.mscottbrauer.photoshelter.com.

Trabajadores jamaiquinos en un restaurante de mariscos de Martha’s Vineyard, Massachusetts, con visas temporales de trabajo hH-2B. Foto: www.mscottbrauer.photoshelter.com.

Un trabajador de Lindy’s lleva una caja de cangrejos y maíz hacia el muelle de carga de la sucursal en Woolford, Maryland. La compañía de la bahía Chesapeake emplea a trabajadores locales y migrantes para procesar cangrejo vivo, carne de cangrejo y ostras. Foto: Carmen Molina Acosta/Universidad de Maryland.

Un trabajador de Lindy’s lleva una caja de cangrejos y maíz hacia el muelle de carga de la sucursal en Woolford, Maryland. La compañía de la bahía Chesapeake emplea a trabajadores locales y migrantes para procesar cangrejo vivo, carne de cangrejo y ostras. Foto: Carmen Molina Acosta/Universidad de Maryland.

De la redacción

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció que este año fiscal (2019) otorgaría 30 mil visas H-2B adicionales, para trabajadores temporales principalmente de la industria del turismo. Es decir, el doble de las 15 mil que la administración federal ha emitido en cada uno de los últimos dos años. Nadie espera que el anuncio vaya a resolver el problema del faltante de mano de obra barata para algunos destinos turísticos, por ejemplo, sino que sólo brindará un alivio temporal.

El acceso a la mano de obra extranjera, es decir, barata y sin plenos derechos laborales, “se ha convertido en un problema importante para las empresas de temporada que durante años han luchado con una grave escasez de trabajadores”, dice el Foro Nacional de Inmigración en base a un artículo del Boston Globe.

Por ejemplo, este año fiscal el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) está asignando 30 mil visas H-2B adicionales para trabajadores extranjeros temporales de bajos salarios, “otorgando cierto alivio a las empresas en Cape Cod -y otras islas cercanas a Martha’s Vineyard, en Massachusetts-, que no pueden encontrar suficientes estadunidenses para cocinar y limpiar… durante la temporada de verano”.

Según la fuente, este número de visas H-2B es significativamente mayor que el del gobierno de Trump en años anteriores, y es “aún más sorprendente para un presidente que el viernes reforzó su posición de línea dura sobre la inmigración al amenazar nuevamente con cerrar frontera con México.

Como hemos reportado repetidas veces en este mismo espacio, el acceso a la fuerza laboral extranjera de bajos salarios, se ha dificultado sobre todo por las políticas de mano dura contra la inmigración, de la administración Trump, que ahuyenta el importante trabajo para las empresas de temporada que durante años han luchado con una grave escasez de trabajadores.

Incluso con las 33 mil visas adicionales anunciadas el viernes, que ya se emitieron a partir del 1 de abril sólo para los trabajadores H-2B que han regresado y que han trabajado ya en Estados Unidos en los últimos tres años, los empleadores de Cabo y las Islas o destinos turísticos favoritos de muchos viajeros dicen que “no habrá suficiente mano de obra… para comenzar la temporada alta de vacaciones”. Además, DHS no ha dicho cuándo los empleadores pueden comenzar a solicitar dichas visas.

De hecho, cuando el proceso de certificación para los 33 mil espacios iniciales se abrió a la medianoche del 1 de enero, “los empleadores presentaron solicitudes para 97 mil 800 trabajadores en los primeros cinco minutos”, de acuerdo con el Departamento de Trabajo. “El volumen fue tan intenso que colapsó el sistema”, dice la fuente.
“Enfrentados a la crónica escasez de trabajadores, los empleadores en el Cabo redujeron las horas de funcionamiento, cerraron por un día adicional durante la semana y rechazaron nuevos negocios”.

Es más, es tal la falta de trabajadores en dichas islas turísticas que “algunos propietarios trabajaban los siete días de la semana volteando hamburguesas, acomodando mesas, ayudando en el transporte y limpiando colillas de cigarrillos para compensar la escasez de personal”. De hecho, muchos propietarios de negocios afirman que las políticas antinmigrantes de Trump “atrofian el crecimiento empresarial”, y algunos dueños de negocios incluso consideran cerrar sus negocios antes de lo planeado.

Además, la escasez de trabajadores ha sido tan intensa que por ejemplo algunos restaurantes se han visto en la necesidad de cambiar a vasos y platos desechables porque no pudo encontrar lavaplatos; y otros han tenido que cancelar “lucrativos contratos” con un grupos turísticos, en particular con uno chino.
No obstante, dice el Globe, “las visas de trabajadores extranjeros son un tema candente tanto para demócratas como republicanos por igual”. Los demócratas, dice, sostienen que “los empleadores reducen los salarios, lo que puede llevar al abuso de los trabajadores extranjeros”. Y los republicanos, afirman que “son abusados por los trabajadores extranjeros, que pueden permanecer en el país ilegalmente” tras vencerse sus visas.

Con todo, la fuente señala que los empleadores “se han vuelto cada vez más vocales acerca de cuánto está afectando a sus negocios la escasez de mano de obra. El propio Trump ha confiado en las visas para llenar trabajos en algunas de sus propiedades; en octubre, su club de Golf en Palm Beach solicitó visas para 78 cocineros, amas de llaves y otros sirvientes”.

Ante las presiones de los empleadores la Secretaria del DHS, Kirstjen Nielsen aumentó dos veces el año pasado el número de estas visas H- 2B; 15 mil visas en cada ocasión, después de consultar con el secretario de Trabajo, Alexander Acosta, y de determinar que “los trabajadores estadunidenses no serían perjudicados”, dijo un comunicado del DHS.

Y como lo ha hecho en años anteriores, el Departamento de Seguridad Nacional señaló que la responsabilidad de revisar el programa recae en el Congreso: “El Congreso está en la mejor posición para conocer el número correcto de visas H-2B que debe asignarse a las empresas estadunidenses sin perjudicar a los trabajadores estadunidenses”, dijo la agencia federal en el comunicado. “Esperamos trabajar con el Congreso para que pueda establecer una limitación numérica adecuada para avanzar”■

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