Difícil de creer: consumidores que “vapean” buscan aliviar su adicción a la nicotina… fumando cigarrillos

“Juul hizo que mi adicción a la nicotina fuera mucho peor”, dice Lucas McClain, quien ahora ha vuelto a fumar. “Cuando no lo tenía por más de dos horas, me ponía muy ansioso” Fioto: Lynne Shallcross / KHN.

Por Ana B. Ibarra

California Healthline
Lucas McClain comenzó a fumar cigarrillos en la escuela secundaria pero cambió a la versión electrónica después de escuchar que era una alternativa más sana.

Su marca favorita para “vapear” era Juul, el rey de los cigarrillos electrónicos, que ofrece enormes disparos (inhalaciones) de nicotina.

Ahora, con 21 años de edad McClain está desesperado por dejar de “vapear”, tanto que está volviendo al problema del cual huyó: los cigarrillos tradicionales.

“Juul empeoró mi adicción a la nicotina”, dijo el residente de Arlington, Virginia. “Cuando no lo tenía a mano por más de dos horas, me ponía muy ansioso”.

Aunque McClain conoce los peligros de los cigarrillos (hay casos de cáncer de pulmón en su familia), cree que podría ser más fácil dejar los cigarrillos que su Juul. Además, su madre sigue advirtiéndole sobre las misteriosas enfermedades relacionadas con el vapeo que han enfermado a cientos de personas en todo Estados Unidos.

Así que el mes pasado, McClain volvió a comprar su primera cajetilla de cigarrillos en muchos años. Luego tuiteó sobre ese momento.

“Compré un Juul para dejar de fumar cigarrillos”, escribió, “ahora estoy fumando cigarrillos para dejar el Juul”. Terminó con este hashtag: #circleoflife (#círculo de vida).

Una unidad de Juul que proporciona alrededor de 200 bocanadas contiene tanta nicotina como un paquete de cigarrillos. En días estresantes, McClain podía terminar una cápsula en tres horas; y cuando él y otros descubren cuán potentes son éstos y otros cigarrillos electrónicos, muchos quieren abandonarlos de inmediato.

Algunos vuelven a los cigarrillos de tabaco, o los fuman por primera vez, en un peligroso intento por reducir su consumo de nicotina, y finalmente dejar sus vaporizadores.

“¿No es irónico que para dejar Juul compré cigarrillos?”, dice un usuario de Twitter. Otro señala que es “extraño” que haya usado el dispositivo para dejar de fumar, pero ahora estoy “mucho más adicto a mi Juul de lo que estuve a los cigarrillos de tabaco”.

“Es horrible”, dijo.

Lucas McClain sostiene un paquete de cigarrillos y su Juul en su casa en Arlington, Virginia. McClain vuelve a fumar cigarrillos con la esperanza de dejar el Juul. Foto: Lynne Shallcross / KHN.

Lucas McClain sostiene un paquete de cigarrillos y su Juul en su casa en Arlington, Virginia. McClain vuelve a fumar cigarrillos con la esperanza de dejar el Juul. Foto: Lynne Shallcross / KHN.

No es una total sorpresa que algunos jóvenes estén “volviendo al producto que intentaron dejar en principio”, dijo Pamela Ling, profesora de medicina de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), quien estudia el tabaco y su comercialización.

“Pero es preocupante, porque los cigarrillos contienen toxinas y productos químicos que son peligrosos para su salud”, indicó.

Inhalar vapor probablemente tampoco sea seguro. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) están investigando más de 450 casos de enfermedad pulmonar en 33 estados, en su mayoría entre jóvenes, posiblemente relacionados con el vapeo de nicotina y marihuana. Seis personas han muerto. California está investigando al menos 60 casos.

La tendencia de volver a fumar va en contra del discurso de relaciones públicas con el que insiste la industria del cigarrillo electrónico: “vapear” ayuda a las personas a dejar de fumar cigarrillos. De hecho, Juul Labs, con sede en San Francisco, que controla el 75 por ciento del mercado de cigarrillos electrónicos, dice, al describir su misión, que la compañía tiene como objetivo eliminar los cigarrillos de tabaco al dar a los fumadores adultos “las herramientas para reducir o eliminar su consumo por completo”.

En una declaración enviada por correo electrónico, Juul no abordó directamente la decisión de algunos de sus usuarios de volver a los cigarrillos, pero nuevamente se aferró al estribillo de que sus productos están “diseñados para ayudar a los fumadores adultos a cambiar el consumo de tabaco a un sistema alternativo de suministro de nicotina”.

Ted Kwong, vocero de Juul, dijo que sus dispositivos “no están diseñados para alejar a las personas del consumo de nicotina o para tratar la dependencia”.

Para aquellos que critican el alto contenido de nicotina de Juul, Kwong señaló que las cápsulas vienen en dos niveles: 5% y 3% de concentraciones de nicotina, lo que permite a los usuarios personalizar su “experiencia de cambio”.

Este mes, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) reprendió a Juul por promocionar sus productos como más seguros que los cigarrillos de tabaco sin el permiso de la FDA. Juul tiene 15 días hábiles para responder. “Vapear” se ha convertido en un gran negocio, con un mercado global que se proyecta llegará a 48 mil millones de dólares para 2023.

Con humo o con vapor, los fabricantes de cigarrillos ganan de cualquier manera. El año pasado, Altria, que vende Marlboro y otras marcas de tabaco en Estados Unidos, invirtió casi 13 mil millones de dólares en Juul para una participación del 35%. Altria ha propuesto fusionarse con Philip Morris International, una unidad que vendió en 2008.

Una cápsula de Juul proporciona alrededor de 200 inhalaciones y puede contener tanta nicotina como un paquete de cigarrillos. A medida que los adultos jóvenes se dan cuenta de cuán potentes pueden ser el Juul y otros cigarrillos electrónicos, algunos están volviendo a los cigarrillos combustibles Foto: Ana B. Ibarra / California Healthline.

Una cápsula de Juul proporciona alrededor de 200 inhalaciones y puede contener tanta nicotina como un paquete de cigarrillos. A medida que los adultos jóvenes se dan cuenta de cuán potentes pueden ser el Juul y otros cigarrillos electrónicos, algunos están volviendo a los cigarrillos combustibles Foto: Ana B. Ibarra / California Healthline.

A pesar que la industria dice que el vapeo está destinado a los adultos, hace unos dos años Juul y otros fabricantes de cigarrillos electrónicos impactaron entre los jóvenes cuando los adolescentes comenzaron a llevar los dispositivos a la escuela y los maestros los confundieron con unidades USB. Los estudiantes fumaban en los baños y pasillos de las escuelas, e incluso en clase, cuando los profesores no estaban mirando.

Los líquidos que se inhalan a través de estos dispositivos contienen nicotina y se presentan en miles de sabores frutales que atraen a los jóvenes.

Hace poco, Michigan se convirtió en el primer estado en prohibir la venta de cigarrillos electrónicos saborizados, en un intento por terminar con el vapeo de los adolescentes. En junio, la Junta de Supervisores de San Francisco prohibió la venta de todos los cigarrillos electrónicos a partir de 2020. Juul está desafiando esa acción con una medida que se votará en noviembre, la Proposición C, respaldada por millones de sus propios dólares.

Muchos ex fumadores atestiguan que “vapear” fue lo único que los ayudó a dejar los cigarrillos, pero la ciencia es escéptica. Algunos estudios han demostrado que muchas personas que vapean continúan fumando cigarrillos.

La FDA ha aprobado siete tratamientos para dejar de fumar, incluyendo los parches, gomas de mascar y pastillas. Los cigarrillos electrónicos no están entre ellos, dijo la doctora Elisa Tong, profesora asociada de medicina de la Universidad de California-Davis.

Tong dijo que estos dispositivos podrían estar usando más nicotina de lo que se cree. Agregó que entiende por qué algunos eligen volver a fumar, pero no lo recomienda.

“Lo que están intentando es tratar de reducir los niveles súper altos de nicotina. Desafortunadamente, los fabricantes no tienen un manual sobre cómo abandonar sus propios dispositivos”, indicó.

La doctora Amanda Graham, vicepresidenta principal de innovaciones de Truth Initiative, un grupo de defensa contra el tabaco, dijo que está viendo “desesperación y enfoques equivocados” de adolescentes y adultos jóvenes que intentan liberarse de la nicotina.

“Los jóvenes están buscando en la oscuridad lo que parece lógico”, apuntó Graham. “Pero no hay un nivel seguro de tabaquismo”.

A principios de este año, el grupo de Graham lanzó un programa digital para ayudar a los adolescentes y adultos jóvenes a abandonar sus dispositivos de vapeo. Desde entonces, 41 mil personas entre 13 y 24 años de edad se han inscrito en “This is Quitting” (Esto es dejar de fumar), que les envía consejos y apoyo a través de mensajes de texto.

Chris Gatus, de Whittier, California, dijo que cambió de cigarrillos tradicionales a Juul porque pensó que el dispositivo lo ayudaría a dejar de fumar. Pero debido a que su Juul siempre estaba pegado a la palma de su mano, se encontró usándolo en todas partes y todo el tiempo.

“Me he olvidado de lo que es no consumir nicotina”, dijo Gatus, de 21 años.

Gatus volvió a fumar cigarrillos tradicionales este año después de notar su creciente adicción, pero acabó usando los dos. Ahora está probando diferentes tipos de cigarillos electrónicos, buscando algo menos fuerte que el Juul o los cigarrillos tradicionales, contó.

Hace pocos días, Ryan Hasson, de la ciudad de Nueva York, tiró su Juul después de experimentar fuertes dolores en el pecho y dificultad para respirar al hacer ejercicio, y después de escuchar sobre el creciente número de enfermedades relacionadas con el “vapeo”. Nunca había sentido síntomas tan fuertes cuando fumaba cigarrillos tradicionales, dijo.

“No pienso volver a fumar nunca más, pero si tuviera que elegir, preferiría comprar cigarrillos en lugar de un Juul”, dijo Hasson, de 25 años.

Aseguró que muchos de sus amigos piensan lo mismo.

“Creo que muchas personas están dejando por completo o están volviendo a fumar cigarrillos tradicionales”, dijo. “Se están dando cuenta de que tal vez esto no sea tan seguro como pensábamos al principio”.

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