¿Cómo conseguir la vacuna? Un colaborador cuenta su experiencia

Adultos mayores con cita y la otra línea sin cita buscan vacunarse.

Adultos mayores con cita y la otra línea sin cita buscan vacunarse.

Con más de un millón de contagios y más de 18 mil fallecidos, en su mayoría latinos y afroamericanos, el condado de Los Ángeles se queda corto en sus planes de vacunar a estas comunidades contra el Covid-19. En un esfuerzo por responder a estas carencias, líderes políticos y organizaciones comunitarias llevan unidades móviles a sus barrios para despejar dudas y convencer la gente de que urge aplicarse la vacuna. En una de esas unidades se vacunó nuestro corresponsal en Los Ángeles, Ruben Tapia y su esposa Betty. Ellos cuentan su experiencia.


Betty recibe preimera dosis de Pfizer.

Betty recibe preimera dosis de Pfizer.

Cuando escuchamos que las personas de 65 años o más ya se podrían vacunar, mi esposa Betty y yo hicimos cita por Internet, como pidieron las autoridades. Sin embargo, no recibimos notificación alguna. Tiempo después nos llamó nuestra hija Marisol, quien es trabajadora social.

Les llamo para avisarles que una amiga trabaja en una clínica y están pidiendo que gente vaya y les sobraron vacunas y no quieren desperdiciar la vacuna del covid

Pero no pudimos ir. La semana siguiente nos volvió a llamar.

Les estoy hablando para avisarle que una amiga trabaja para la colación comunitaria y están ofreciendo vacunas para gente de más de 65 años. ¿Quiere que la apunte?

Betty: “Sí, y también a tu papá”.

Luego de ser vacunados esperan 15 minutos para ver si tienen reacciones secundarias.

Luego de ser vacunados esperan 15 minutos para ver si tienen reacciones secundarias.

Nos anotó y a la mañana siguiente nos dirigimos a un centro móvil de vacunación en un estacionamiento de un centro comercial en el Sur Centro De Los Ángeles. Como 60 personas, en su mayoría afroamericanas, hicimos línea y los trámites de rigor: una identificación para verificar la edad, nos preguntaron si teníamos alguna enfermedad, si tomábamos medicamentos o si teníamos algún tipo de alergias. Como en unos 20 minutos estábamos frente un paramédico del Departamento de Bomberos con la vacuna Pfizer en mano.

Betty: “El ticket, ¿lo necesita?”

Paramédico: “Si, deténgalo. Perfecto”.

Rubén: ¿Que paso?

Betty: “Nada, estoy bien”.

Rubén recibe 1era dosis de Pfizer

Rubén recibe 1era dosis de Pfizer. Foto: Betty.

Paramédico: ¿El lado derecho o izquierdo?

Rubén: “El izquierdo… ¿Dónde está el chip que le ponen a uno?

Paramédico: “Nada de esas cosas sabemos aquí… Perfect, no bleeding

Rubé: “No se sintió, oiga. Tiene la mano santa

Paramédico: “Que Dios lo oiga

Apenas si sentimos el piquete, no se nos durmió el brazo, y no tuvimos ninguna reacción secundaria. Tampoco reportó nada otra docena de vacunados que después de la espera se retiran a sus casas. Esto dijo una de ellas:

No me dolió, ahora me voy más contenta, más a gusto

Solomón Rivera representa al concejal angelino Marqueece Harris-Dawson.

Tenemos un programa para 200 a 300 -vacunas- cada día en las áreas que están más afectadas

Solomón Rivera, representante del concejal de Los Ángeles Marqueece Harris-Dawson.

Solomón Rivera, representante del concejal de Los Ángeles Marqueece Harris-Dawson.

Con el apoyo de la alcaldía y la ayuda de organizaciones comunitarias llevan estas unidades móviles a nuestros barrios negros y latinos, los más golpeados por la pandemia pero los menos vacunados.

Cada día llenamos, pero llamando a las personas como la Coalición Comunitaria, y otras están llamando a sus miembros porque los residentes tienen la confianza, tienen una relación y eso es más importante que un anuncio”, dijo Rivera.

Marisol y Nathan, felicitando a sus abuelitos por que se vacunaron. Foto: Aaliyah Bañuelos

Marisol y Nathan, felicitando a sus abuelitos por que se vacunaron. Foto: Aaliyah Bañuelos

A pesar de estos micro esfuerzos el rezago es enorme. California tiene 40 millones de habitantes. Según datos de Los Angeles Times, sólo 3.8 millones han recibido cuando menos una dosis. El 7 por ciento son negros, el 14 por ciento latinos, el 17% son blancos, el 18% de origen asiático y el 29% de Hawái y las Islas del Pacífico.La escases de vacunas es el gran problema. Esperan que el nuevo gobierno federal aumente el suministro en las próximas semanas.

Por lo pronto, lo que mi esposa Betty y yo pudimos comprobar es que ignorando el ruido en las redes y con nuestra hija Marisol pendiente de la oferta de vacunas en nuestros barrios latinos y negros, dimos el primer paso para ayudar a superar la pandemia. Una crema relajante nos minimizó el dolor muscular en el brazo inyectado. Aunque en tres semanas nos toca la segunda dosis, ya sentimos un gran alivio y alegría, que compartimos por teléfono con nuestro nieto Nathen.

¡Felicidades abuelitos…!

Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino desde Los Ángeles, Foto y Guion de  Rubén Tapia.

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