Anuncia Trump nueva derogación de medidas de protección ambiental y a la salud humana

Planta de procesamiento de carbón instalada cerca de un cuerpo de agua. Foto: UPI.

De la redacción

La administración Trump continúa con su zaga para desmantelar regulaciones impuestas por administraciones pasadas, y anunció que finalizará la derogación de una regla para el agua limpia que por años limitó el uso de productos químicos contaminantes cerca de los cuerpos naturales de agua, regresando los estándares de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a 1986, cuando dicha práctica contaminante no tenía ninguna regulación.

La reversión de la Regla de Agua Limpia de Estados Unidos fue establecida bajo la administración Obama en 2015 y ha sido ampliamente anhelada por la administración Trump desde su campaña presidencial, y en los primeros días como presidente firmó la orden ejecutiva ordenando a agencias federales comenzar a revocar y reemplazar dicha regulación federal.

La intensión de Trump ha sido señalada como “un acaparamiento federal de tierras, que afecta los derechos de los agricultores, propietarios de tierras rurales y promotores inmobiliarios, imidiédoles usar sus propiedades como mejor les parezca”, dice hoy The New York Times.

Ambientalistas sostienen que el impulso de Trump para desmantelar las regulaciones de agua limpia representa “un asalto a los arroyos y humedales de la nación”, en un momento en que Trump ha declarado reiteradamente su “compromiso” con el “agua cristalina”. Vale recordar que durante el gobierno de Obama se intentaba definir más claramente cuándo los mantos acuíferos funcionan como “redes críticas para la calidad del agua y, por lo tanto, merecen un escrutinio y supervisión adicionales por parte del Cuerpo de Ingenieros del Ejército y de la EPA”, dice en su página web, Enviromental Integrity Project (EIP).

Y es que alrededor del 51 por ciento de los humedales y el 18% de las corrientes de agua subterránea en el país perderían las protecciones federales. Entre éstas estarían “las corrientes efímeras que sólo fluyen después de la lluvia, y los humedales dispersos que no son adyacentes a dichas corrientes por no estar conectados en la superficie con los ríos u otros cuerpos de agua”, que sirven como cabecera de ríos y lagos “para proporcionar agua potable a millones de personas porque actúan como filtros para evitar que los fertilizantes agrícolas y otros contaminantes fluyan río abajo”, sostiene EPI.

Desarrolladores de bienes raíz y el lobby de rancheros en el Congreso se habían opuesto a las regulaciones de Obama en 2015, y 32 estados en su mayoría republicanos demandaron a esa administración para tratar de detener la regla. “Esto llevó a decisiones judiciales que pusieron una suspensión temporal de la regulación en aproximadamente la mitad de Estados Unidos”, y hoy el gobierno federal se dispone a darle la última estocada. La derogación de la regla del agua limpia, que se anunciará hoy jueves por la tarde, entrará en vigencia en cuestión de semanas, afirma el Times.

Se espera que la EPA y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que trabajaron juntos para redactar la regla original de Obama, emitan una nueva y más flexible regla de reemplazo para fines de este año.

La reversión es la última de una serie de acciones de la administración Trump para debilitar o deshacer las principales normas ambientales. Entre otros de sus aviesos intentos figuran propuestas para aflojar las regulaciones sobre las emisiones de carbono de los automóviles, centrales eléctricas y plataformas de perforación de petróleo y gas, que calientan el planeta; movimientos diseñados para impulsar nuevas perforaciones en el vasto Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico; y esfuerzos para debilitar las protecciones de la Ley de Especies en Peligro de Extinción.

La directora de la Coalición Healing Our Waters-Great Lakes, Laura Rubin dijo a la fuente que “Dado que muchas de nuestras ciudades y pueblos viven con agua potable no segura, ahora no es el momento de reducir la aplicación de agua limpia”.

Los abogados que defienden la Regla de Agua Limpia de Estados Unidos dijeron que el período intermedio entre la finalización de la derogación legal de la regla de Obama y la implementación de la nueva regla de Trump este año podría ser un caos regulatorio para los agricultores y propietarios de tierras.

Blan Holman, un experto sobre regulaciones del agua, del Centro de Derecho Ambiental del Sur declaró al Times que “Esto será muy impredecible… Están imponiendo un programa caótico, caso por caso, para reemplazar reglas que son claras y precisas”.

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