Que tal les saluda Citlali Sáenz, primero que nada, quiero desearles un feliz thanksgiving y que se encuentren en compañía de sus seres queridos.
En este servicio informativo hablaremos del pavo o guajolote que tiene su origen en la cultura mesoamericana, así que el tradicional pavo que se come el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, tiene sus orígenes en lo que hoy es el centro de México.
De acuerdo con historiadores mexicanos al animal se le nombró “huexolotl” en lengua náhuatl, que era hablada por los mexicas, pueblo descendiente de los aztecas. El nombre que se le otorgó al animal, viene de los términos huey, que significa grande o gigante, y Xólotl, que era una deidad de la cultura mexica y que luego derivó en guajolote.
En la antigüedad se consideraba al guajolote como un animal muy importante en los sacrificios que se hacían en los rituales agrícolas, y posteriormente se consumió de muchas maneras. Hoy en día, el pavo o guajolote es un platillo que se consume en fechas especiales, desde las cenas navideñas al horno, principalmente en las ciudades, y en mole en bodas de pueblos más tradicionales.
Román Reyes, originario de Tlaxcala tiene 14 guajolotes en el corral de su casa, recuerda cómo lo prepara su esposa, quien falleció hace dos años.
Dijo que el guajolote o pavo criado en la casa tiene un sabor diferente.
Recordó que desde que era pequeño sus papás también criaban animales para su consumo como guajolotes que es un platillo para fiestas especiales.
Y es que este guajolote, que es un ave criada durante siglos en el centro de México, fue conocido por el resto del mundo a partir de la época colonial en la Nueva España, en 1521, luego se extendió en Europa y hasta Inglaterra donde se le dio el nombre, luego comerciantes lo llevaron desde la región turca, hoy Estambul, donde fue nombrado turkey coq, o gallina turca.
Más tarde, los peregrinos que emigraron de Inglaterra al territorio que hoy es EU llevaron el pavo de regreso a América. Después fue incorporado a la tradición del Día de Acción de Gracias desde 1621, cuando los primeros colonizadores del noreste del país ofrecieron una cena conjunta con los indígenas locales para celebrar su primera cosecha en América.
En zonas rurales en México esta ave, cuya carne se considera de las más saludables, sigue criándose en los traspatios de las familias mexicanas y consumiéndose, principalmente en mole como nos cuenta Ely Domínguez, hija de campesinos y maestra.
